El imperio de Rafael Caro Quintero se terminó, por lo que ha dejado de ser un capo del narcotráfico, ya que ahora su “pequeño” grupo mueve mínimas cantidades de droga para sobrevivir, revelaron funcionarios del gobierno federal.
El ex jefe de Operaciones Internacionales de la DEA, Mike Vigil, también dijo a MILENIO que “mucha gente dice que (Caro Quintero) está trabajando con el cártel de Sinaloa”, pero advirtió que eso no es cierto, porque no lo necesitan.
“Si ellos (el cártel de Sinaloa) incorporaran a Rafael Caro Quintero, pues eso les va a calentar” la plaza, explicó.
Los funcionarios del gobierno federal consultados aseguraron que el prófugo de la justicia no forma parte de algún cártel y saben que se oculta en la Sierra del estado de Sinaloa, después de haber sido liberado en agosto de 2013, tras cumplir 28, de 40 años de cárcel.
Su mito se mantiene vivo porque por 36 años has sido uno de los delincuentes más buscados por el gobierno de Estados Unidos, debido al asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.
Por su cabeza pesa una recompensa por 20 millones de dólares, cantidad que nunca antes se ha ofrecido por un delincuente mexicano.
De acuerdo con los funcionarios, el grupo “pequeño” del cual forma parte Rafael Caro sólo se dedica a la venta de mariguana en el estado de Sonora, mientras que, en el estado de Sinaloa, sólo recibe protección para no ser detenido.
Al respecto, Mike Vigil comentó que para Caro Quintero “se ha acabado la época” de capo que tuvo en su momento con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto.
“Lo que sí está tratando de hacer, es tomar un poco de control del estado de Sonora, pero de que sea un mafioso de gran escala, no”, apuntó.
El ex agente con una vasta experiencia en temas de seguridad y narcotráfico, comentó que al igual que como lo hace hoy en día el líder del cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, Caro Quintero tampoco sale de la Sierra.
“Ya como te digo, ya se le acabó la época de ser capo”, insistió. “Él está en Sinaloa, pero sí viaja de vez en cuando a Sonora, porque la única cosa que él ha conocido toda su vida es el narcotráfico, entonces, puede mandar sus cargamentos de mariguana, pero ya no es capo”.
Al preguntarle sobre las diversas alertas que han emitido distintas autoridades de Estados Unidos, en el sentido de que Rafael Caro Quintero continúa operando con familiares para lavar el dinero que obtiene del narco, Mike Vil respondió:
“Sí, pero no en gran escala, ellos en realidad son mariguaneros. Trafican mariguana, yo creo que ni tienen contactos para la venta de coca, no tienen la capacidad para producir fentanilo, metanfetamina, no tienen los cultivos para producir heroína. Entonces, el negocio de ellos es mariguana, pero Rafael Caro Quintero ya no tiene la capacidad para traficar grandes toneladas de mariguana. Yo creo que está ganando dinero, pero no mucho”.
Apenas en este año, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal, rechazó amparar a Caro Quintero contra su extradición, sentencia que es definitiva e inapelable, tras varios años de litigio.
El 9 de agosto de 2013, Caro recuperó su libertad tras permanecer 28 años en prisión, porque un tribunal colegiado le concedió un amparo. La entonces Procuraduría General de la República (PGR) llevó el caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el 6 de noviembre del mismo año la Primera Sala revocó la sentencia.
En 2013, el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, dio a conocer que el narcotraficante envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto, donde pidió que no se le persiguiera más, porque lo que tenía que pagar ya lo saldó en prisión.
Dos años después, el Segundo Tribunal Unitario del Tercer Circuito con sede en Guadalajara, en acato al fallo de la Corte declaró nuevamente penalmente responsables a Rafael Caro y Ernesto Fonseca, Don Neto, por los delitos de privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro y homicidio calificado, en agravio del agente de la DEA y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar. También determinó que Caro debía cumplir con los 12 años de prisión que le faltaban, motivo por el cual se ordenó reaprehenderlo.
Hace meses surgieron versiones en el sentido de que el mítico capo estaba de regreso y que tenía entre sus filas a integrantes de La Línea, brazo armado del cártel de Juárez, grupo que pelea a muerte por el control del territorio de Chihuahua y Sonora al cártel de Sinaloa.
(milenio.com)