El Partido de la Revolución Democrática (PRD) rechazó la aplicación del IVA a alimentos preparados que se venden en tiendas de conveniencia, por considerar que afecta a la población, y demandó a la autoridad hacendaria “una rectificación”.
La secretaria de Derechos Humanos de esa fuerza política, Carmen Vera, consideró en entrevista que “se trata de una decisión que avanza hacia el gravamen de toda la comida rápida, incluso cuando se consuma en la calle”.
La dirigente perredista recordó que desde que fue promulgada, en 2013, la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA) estableció “que los alimentos preparados eran sujetos al gravamen, del mismo modo que lo son los alimentos que se consumen en restaurantes y cafeterías”.
“Pero en 2014 un decreto estableció un listado de productos no susceptibles de pagar IVA aunque se consumieran en tiendas de autoservicio, como alimentos congelados que requieran cocción o pasteles horneados”, que fue lo que modificó el SAT, subrayó Vera.
Ahora bien, el Sistema Administrativo y Tributario (SAT) emitió la Tercera Resolución de Modificaciones a la Miscelánea Fiscal de 2015, que estipula que a que a partir del 1 de julio se pagará 16 por ciento de IVA más por dichos productos.
Con esta medida, se deberá pagar ese gravamen por “los productos que pueden ser consumidos sin necesidad de someterse a otro proceso de elaboración adicional, como tortas, tacos, tamales, tostadas, ensaladas, burritos, sopas”, siempre que sean comprados en tiendas de conveniencia, autoservicios y supermercados.
Vera Juárez subrayó que si bien la Miscelánea Fiscal es aprobada por el Congreso, “el SAT la modificó e impuso ese impuesto, lo que es una usurpación de las funciones de la Cámara de Diputados, instancia autorizada para imponer obligaciones fiscales, y de la labor interpretativa de los jueces”.
La secretaria de Derechos Humanos consideró que “se trata de una decisión que avanza hacia el gravamen de toda la comida rápida, incluso cuando se consuma en la calle”, con el argumento de que “la medida tiene fines recaudatorios, es decir, que el gobierno busca obtener más recursos a través del fisco”.
“Sin embargo también va a impactar directamente en el precio de los alimentos preparados, que aumentará de manera proporcional, por lo que el impuesto va a acabar siendo pagado por los consumidores directos”, criticó Vera Juárez.