Para satisfacer la creciente demanda de justicia en México no basta tener juzgadores con conocimientos técnicos especializados, pues se debe —además— renovar los valores del humanismo y la ética desde las universidades, afirmó la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Ana Margarita Ríos Farjat, quien sostuvo que solo de esta manera se podrá alcanzar la impartición de justicia pronta y expedita.
Al participar en la VII Jornada de Actualización de Derecho Universitario, organizada por la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior, la juzgadora destacó la importancia de consolidar un sistema educativo que corresponda con la realidad actual y que dote al alumnado de los valores indispensables para hacer frente a las problemáticas sociales.
En su conferencia titulada Preocupaciones sobre la relación de la Academia con la Judicatura, resaltó que de la educación depende la República, con los principios que entraña, como la división de poderes, la autoridad de la ley y el respeto a las libertades.
Posteriormente, al encabezar la ceremonia de inauguración del Aula de Juicios Orales en el Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe, y la instauración de una cátedra de derechos humanos que lleva su nombre, la ministra destacó la importancia de que en las universidades se provea una formación integral y humanista en el ámbito jurídico orientada hacia la ética, pero también hacia los valores que nacen del espíritu.
Para erradicar la corrupción que afecta a nuestro país, dijo, no basta con enseñar sus consecuencias, las responsabilidades administrativas que puede acarrear o cómo funcionan los sistemas anticorrupción o las sanciones del derecho penal.
“La corrupción es un pudrimiento que tiene su origen en la flaqueza humana, no tanto en la ausencia de conocimientos. Es indispensable trabajar sobre la calidad humana”, resaltó.
En este sentido —señaló— la necesidad de una transformación sustantiva en la enseñanza del derecho en las universidades y enfatizó la importancia de enseñar a los estudiantes a redactar de manera clara y concisa, pues de lo contrario, la falta de esas habilidades impacta en el entendimiento de las sentencias, lo que, eventualmente, aleja a la sociedad de la judicatura.
(milenio.com)