Los dirigentes nacionales del Partido Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Revolución Democrática (PRD) presentarán ante la Organizaciones de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington una denuncia sobre la intervención del crimen organizado en el pasado proceso electoral, con la expectativa de que dichos organismos emitan algún resolutivo al respecto.
Así lo confirmó el presidente del PAN, Marko Cortés, al subrayar que la injerencia de grupos delictivos en las elecciones no puede quedar así.
Durante su participación en la primera reunión plenaria de los diputados electos de la coalición Va por México en el Palacio de San Lázaro, el líder panista remarcó:
“Enfrentamos una elección, ustedes saben a qué me refiero, con la intervención de grupos criminales amedrentando, amenazando, persiguiendo, secuestrando, golpeando y hasta matando a muchos de nuestros candidatos y líderes políticos”.
Por ello, dijo, los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD estarán el lunes en Washington y presentarán ante Luis Almagro, secretario general de la OEA, una denuncia y la relatoría de la intervención de los grupos criminales en un proceso electoral.
Sostuvo que dicha intromisión se dio en cuatro etapas: en el momento de la determinación de los candidatos, durante la campaña, el día de la jornada electoral y después de ella para impedir la impugnación de resultados apretados.
“Esto no puede quedar así, lo vamos a hacer en OEA y lo vamos a hacer en la CIDH, y eso es parte del trabajo conjunto que debemos hacer por México”, indicó.
En su turno, el líder nacional del PRI, Alejando Moreno, urgió a procesar una nueva reforma electoral, pero para desterrar el sello de la violencia y los delitos electorales.
En ese sentido, expresó un “rotundo no” al ambiente de violencia en los procesos electorales, candidatos amenazados y vida democrática sujeta a la inseguridad y el crimen organizado.
El dirigente perredista Jesús Zambrano secundó el llamado a cristalizar una reforma electoral, pero no de carácter regresivo, sino una que impida el dinero de la delincuencia en las campañas políticas de candidatos y partidos.
(milenio.com)