Un elemento del Ejército mexicano fue enterrado vivo durante el entrenamiento en un curso, lo que causó su muerte por asfixia, informó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que emitió la recomendación 59VG/2022 a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) por abusos del superior.
La comisión indicó, con base en la investigación, que el 20 de noviembre se realizó un curso de fuerzas especiales en el desierto en Mexicali, Baja California, y cuando los concursantes cubrían unos búnkers que previamente habían excavado, el mando que fungía como instructor ordenó a la víctima que se introdujera en el refugio.
Él obedeció. Después, el instructor mandó a taparlo, por lo que arrojaron tierra y lo sepultaron. Este hecho se repitió con otros cuatro elementos; “tan es así, que un instructor caminó sobre la tierra que los cubría”, indicó la CDNH en un comunicado.
Los testimonios recopilados por la comisión refieren que los responsables del grupo comenzaron a tomar fotografías riéndose de lo que ocurría y que este tipo de prácticas eran recurrentes por parte de ambos, sin que el responsable principal del grupo se percatara de ello, ya que lo hacían cada vez que se alejaba del lugar.
Auxiliados por compañeros que se encontraban fuera del búnker en ese momento, cuatro de los sepultados lograron salir sin darse cuenta de que la víctima quedó al interior, ni en qué momento fue ingresado al mismo. Una de las personas que había estado enterrada se percató de que había perdido su cargador, por lo que, al buscarlo al interior del búnker apareció la víctima, quien yacía inconsciente, por lo que fue trasladada a un hospital. No obstante, al llegar ya había muerto .
La CNDH solicitó a la Sedena que se inscriba a las personas afectada por estos hechos en el Registro Nacional de Víctimas y que proceda a la inmediata reparación integral del daño ocasionado a las víctimas indirectas, con una compensación justa, tomando en cuenta la gravedad de los hechos, además de que les otorgue atención médica integral y psicológica permanente.
De la misma manera, requirió a la Sedena que colabore ampliamente con el juzgado militar encargado del trámite de la carpeta de investigación en contra de los servidores públicos responsables de los hechos, considerando que hay datos o indicios que permiten advertir presuntas responsabilidades penales.
Por último, pidió que se imparta un curso de capacitación integral de formación en derechos humanos, dirigido a las integrantes del Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales Temamatla, Estado de México, y del Centro de Operaciones en Desierto, Laguna Salada, Baja California, ambos del Ejército mexicano, enfocados a prevenir hechos similares.
(milenio.com)