México ocupa el último lugar el Latinoamérica, con un 0.50 en cobertura y aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), lo que ha derivado en un incremento de mujeres con cánceres cervicales en etapas avanzadas, de las cuales hasta un 10 por ciento tienen alrededor de 20 años.
“Falta de vacunación en todas las niñas mexicanas durante la pandemia y además una disminución en la detección oportuna entre las mujeres en edad reproductiva, pues las pacientes, actualmente, se están presentando con cánceres muy avanzados y esto, sabemos, va a afectar en la incidencia y la mortalidad”, explicó Lucely Cetina, oncóloga e investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN).
Por razones diversas, entre estas la emergencia sanitaria, impidió que México cumpliera con los compromisos con la Organización Mundial de Salud (OMS) de lograr la primera generación de mujeres mexicanas libres de VPH y, por lo tanto, de cáncer cervical.
“Desafortunadamente la vacunación en nuestro país bajó al 0.50 por ciento, quedando México en uno de los últimos lugares en todo Latinoamérica.
“Definitivamente la baja vacunación y diagnóstico va a impactar en que no podamos erradicar esta enfermedad, como lo determina la OMS en el 20/30, y seguramente habrá mayor incidencia de casos y también de mortalidad. Estamos recibiendo a pacientes, con la enfermedad, en etapas muy avanzadas”, detalló.
Un caso es Alejandra. Solo tenía 16 años cuando fue violada por un desconocido y seis años después le detectaron un tumor de 12 centímetros cancerígeno en etapa cuatro, localmente avanzado.
“A pesar de que me hacía mis estudios ginecológicos regularmente, nunca se dieron cuenta que yo tenía el Virus del Papiloma Humano, del más agresivo, hasta que empecé con un periodo de sangrado irregular, a veces se me extendía hasta seis meses. Luego empecé con mucho dolor, sentía que algo se me salía y ya no pude más”, relató la joven de 27 años, tras someterse a un agresivo tratamiento hace tres años.
En el Instituto Nacional de Cancerología, donde fue canalizada, se sometió a 35 radioterapias, 8 quimioterapias y cinco braquiterapias, es decir, a una radiación dirigida hacia el tumor maligno hasta lograr desaparecerlo e inactivarlo.
“Me dejaba con secuelas horribles. Estuve sin poder caminar. Usaba silla de ruedas. Muchas veces estaba sedada, inconsciente, porque las radiaciones eran muy fuertes. Yo me quería morir. No soportaba. Me colocaron parches de morfina. Actualmente me quedé sin periodo e infértil. Yo no había tenido hijos. Ya me quedé sin hijos. Ahorita lo único que espero es que el cáncer no regrese”, detalló la joven que estudió diseño gráfico.
“En un 99.7 por ciento, la infección es por el Virus del Papiloma Humano. Del 5 al 10 por ciento de las pacientes que se presentan en el Instituto Nacional de Cancerología son mujeres jóvenes, desde los 20 hasta los 40 años, lo que resulta preocupante”.
Si bien se han descrito hasta 200 genotipos de VPH, los tipos 16 y 18 son los causantes de más del 70 por ciento de dicha neoplasia maligna, la segunda causa de muerte entre mujeres fértiles, con alrededor de 4 mil decesos anuales.
“El cáncer, que se dio por el Virus del Papiloma, se pudo haber evitado si me hubieran puesto la vacuna”, aseguró Alejandra.
En efecto, México introdujo en 2008 la vacuna contra el VPH entre niñas de 12 a 16 años de 125 municipios con menor índice de desarrollo humano. Luego de inmunizar a más de un millón 125 mil niñas, la vacuna se incluyó en el esquema nacional 2012 entre menores de quinto y sexto grado de primaria, así como niñas de 10 y 11 años no escolarizadas.
El desabasto del biológico por parte de la compañía farmacéutica, como argumentó el actual gobierno federal; los mitos de los padres de negarse a inmunizar a sus hijas para evitar promover una sexualidad precoz, así como la crisis sanitaria, echó para abajo todo el programa preventivo de erradicar el VPH y, con ello, cáncer cérvico-uterino.
Jornada de vacunación inicia el 21 de noviembre
Rodrigo Romero, coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunología, recordó que la vacunación contra el VPH es un programa mundial dirigido a eliminar el cáncer cérvico uterino, promovido por la OMS.
“Y, efectivamente, no se cumplieron las fechas como lamentablemente nos ha pasado con algunos de los programas. Pero este programa en México sigue y ahorita se busca que para el 2030 se elimine en Cáncer Cérvico Uterino y esto con 3 actividades, le llaman el programa: 90 70 90.
“La primera donde el 90 por ciento de las mujeres menores de 15 años se les aplique la vacuna del Virus del Papiloma Humano, segunda que el 70 por ciento de las mujeres menores de 35 años que ya iniciaron su vida sexual, se les haya realizado un estudio diagnóstico del Virus del Papiloma Humano y tercero que el 90 por ciento de mujer diagnosticadas con alguna lesión sean tratadas”.
Por tratarse de un tema de impacto a la salud, el Grupo de Expertos en Asesoramiento sobre Inmunización en México determinó actualizar la estrategia e iniciar, a partir del 21 de noviembre y hasta el 9 de diciembre de este año, una campaña de aplicación de la vacuna contra el VPH.
Ahora, se reducirá a una sola dosis intramuscular la vacuna en niñas de primer grado de secundaria; o que tengan 13 a 14 años y no estén escolarizadas. Ya no se incluyen a las menores de primaria.
Solo en el caso de mujeres trans y que viven con VIH tendrán un esquema de tres dosis, desde los 11 a 49 años.
El proyecto ha sido bien recibido, aunque aún se discute la edad de inmunización.
“La edad promedio del inicio de la vida sexual de las jóvenes mexicanas es los 12 años”, explicó Cetina.
En tanto Romero detalló que “ahorita la Organización Mundial de la Salud, acaba de modificar los esquemas de vacunación para el Papiloma con la evidencia científica que se ha tenido en los últimos años y se modificó, hoy la recomendación es adolescentes entre 9 y 15 años se aplica sólo una dosis; en mayores de 15 años se aplican dos dosis”.
(milenio.com)