Misión cumplida. Al margen de las formas, cuestionables y debatibles, pero también perfectibles, la Selección Nacional ha cumplido con el objetivo, se ha clasificado de forma directa al Mundial de Qatar al vencer a El Salvador por 2-0, un triunfo que combinado con la derrota de Estados Unidos le dio el segundo puesto del Octagonal y empató en puntos con Canadá. Ya en la fiesta, de aquí a noviembre hay mucho trabajo por delante para tratar de recuperar el fútbol extraviado.
A lo largo del Octagonal se han tenido buenas y malas jornadas, pero será la preparación que se tenga antes de la justa la que pueda dar un panorama de qué se podrá esperar de la Selección Nacional en Qatar.
Anoche, en el último partido Gerardo Martino volvió al banquillo, el Tata hizo algunos cambios en el equipo, en la central en medio campo y en ataque, justo en la línea que ha sido más cuestionada el entrenador argentino dio entrada a Uriel Antuna y Alexis Vega, quería vértigo por las bandas y mantuvo a Raúl Jiménez en el eje de ataque.
Poco a poco trató el equipo mexicano de imponerse, pero El Salvador fue una escuadra que hizo su esfuerzo, no se lo iba a poner fácil, pero el plan de Martino empezaba a dar resultados, sobre todo con Antuna que era el más deseoso.
En la sala de máquinas fue Erick Gutiérrez quien tomó el lugar de Héctor Herrera y el del PSV trató de ser el lanzador del equipo junto con Edson Álvarez. Y por fin, al minuto 17, se acabó la sequía en la cancha del estadio Azteca. A la salida de un córner Araujo se impuso a su marcador, el defensa (quien también fue uno de los movimientos de Martino) cabeceó con fuerza, el portero salvadoreño, Mario González evitó la caída de su marco con un buen manotazo, pero la pelota le quedó a placer a Antuna y el Brujo no perdonó, sacó un derechazo que se fue al fondo de la red y desató la alegría en las gradas.
Gobernó el partido el equipo mexicano, que tampoco se aceleró en demasía, de hecho, hubo acciones en las que aparecieron esas dificultades que Martino ha advertido en la toma de decisiones en la última zona, sobre todo un par de Raúl Jiménez.
Continuaba el Tricolor a lo suyo, pero sin una agresividad férrea, iban más con un juego a ritmo lento y tratando de que fuera más estructurado. Y a nivel defensivo no tuvieron los problemas que le ocasionó Estados Unidos, en esta ocasión Ochoa parecía otro espectador y no la figura del equipo.
Justo antes del descanso Antuna volvió a desequilibrar, tras un pase filtrado llegó hasta al área y ahí fue chocado por Ronald Gómez, el árbitro marcó penal y Raúl también rompió la malaria. Cobro a su más fiel estilo. 2-0 al 41’ y pase de abordar a Qatar.
El complemento era para sobrellevar el juego, divertirse y tomar confianza. Charly Rodríguez probó de media distancia y el portero González le robó el tercero. Luego se lo perdieron Montes en cabezazo en un tiro de esquina y luego Jiménez que no conectó adecuadamente en una barrida. Y después otra mala decisión en la que ni Vega ni Raúl se animaron a pegarle a gol y Jorge hizo una demás.
El Tricolor sostenía el dominio, trataba de conectarse, lo hacía, pero no traducía su dominio en situaciones claras, mucho menos en goles. Pasada la hora de juego Martino movió su banquillo, mandó a Henry por Raúl, al Chucky por Antuna y después a Corona por Alexis.
No hubo más goles, tampoco se necesitaron con urgencia, el asunto estaba resuelto. México y el Tata Martino cumplieron con el objetivo, se quedaron con la segunda plaza y tienen asegurado su nombre en el Bombo 2 del sorteo de este viernes. De aquí a noviembre, hay que trabajar en recuperar el mejor rostro futbolístico. Hay tiempo para que se pueda lograr, pero habrá que despejar la mente y esperar a que varios jugadores también recobren su mejor versión. Esas son las tareas a partir de hoy.
(milenio.com)