La diputada Susana Prieto renunció al grupo parlamentario de Morena en el Palacio de San Lázaro y se declaró legisladora sin partido, tras acusar a la bancada guinda de frenar su iniciativa de reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
“La renuncia se debe a incumplimientos del presidente nacional de Morena (Mario Delgado) y del propio coordinador de la bancada, Ignacio Mier, con respecto a mi iniciativa de reducción de la jornada laboral”, puntualizó.
Acusó además al diputado Mier de violencia política en razón de género en su contra, al marginarla de la fracción legislativa, impedirle el uso de la tribuna y hasta pedirle “bajarle dos rayitas” a su exigencia de discutir y votar la referida reforma constitucional.
Denunció, incluso, que la mañana de este jueves arrancaron el letrero con su nombre de la oficina que hasta ahora ocupó como diputada de Morena.
En conferencia de prensa, Prieto descartó, sin embargo, sumarse a las filas del PAN, PRI, MC o PRD, pues, dijo, no quiere ser tachada como traidora: “Yo no soy Lilly Téllez”.
“A mí me recogieron de la calle y a la calle vuelvo con la frente en alto, porque siempre he luchado por la clase trabajadora y no va a ser éste un obstáculo”, dijo
La legisladora cuestionó además la inclusión del ex gobernador chihuahuense Javier Corral como candidato a senador de Morena por la vía plurinominal, excluyéndola de las candidaturas, pese a los compromisos con la dirigencia morenista.
“Es insostenible mantenerse en el grupo parlamentario; primero, por los acuerdos que ha roto el presidente nacional del partido y que incluso ya hasta me han sido ratificado por el coordinador de la fracción parlamentaria en el que estaba yo supuestamente para continuar como parte del grupo legislativo por un periodo más, pero que finalmente han decidido que no sea así”, dijo.
Afirmó que hasta el último día de la legislatura exigirá que la reforma para la reducción de la jornada laboral se vote en el tablero electrónico de la Cámara de Diputados y los ciudadanos puedan observar la posición de cada grupo parlamentario.
(milenio.com)