AMLO reiteró que se retirará en 2024 y mencionó a seis posibles sucesores de su partido, entre ellos a la alcaldesa capitalina, Claudia Sheinbaum, y al canciller, Marcelo Ebrard. Los críticos hablan de “tapado”.
“¿Quién puede sustituirme? Primero tomar en cuenta que va a ser el pueblo el que va a decidir. Del flanco progresista liberal hay muchísimos”, respondió cuestionado por el tema durante su rueda de prensa matutina en Palacio Nacional.
Mencionó explícitamente y en este orden a la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum; al canciller, Marcelo Ebrard, al embajador mexicano ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente; al embajador mexicano en Estados Unidos, Esteban Moctezuma; a la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; y a la secretaria de Energía, Rocío Nahle. López Obrador no mencionó en cambio otros nombres que suenan en las quinielas como el líder de la mayoría en el Senado, Ricardo Monreal, o el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo.
El pasado jueves, durante un acto del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) por los tres años de victoria de López Obrador, la alcaldesa Claudia Sheinbaum fue ovacionada con gritos de “presidenta”. Sheinbaum suena desde hace tiempo con fuerza para suceder a López Obrador junto con el exalcalde y actual canciller, Marcelo Ebrard, aunque ambos se vieron involucrados en el accidente del metro que dejó 26 muertos en mayo.
El “tapado” de AMLO genera fuertes críticas
La politóloga y escritora Denise Dresser criticó duramente al mandatario Andrés Manuel López Obrador. Dresser escribió en su cuenta de Twitter que después del “destape” presidencial vendrá el “dedazo”, término utilizado para dar a entender que un político designó a su sucesor sin ningún proceso político. Dresser señaló que fue tanta la “transformación” del mandatario federal que volvió al pasado que se buscaba cambiar: “el país de la cargada, la escenificación priista, el presidente escogiendo al sucesor más leal”.
López Obrador dijo este lunes que la tradición del “tapado”, por la cual el presidente en turno elegía a su sucesor, “ya es historia” y ahora es “el pueblo el que va a decidir”. El presidente volvió a desmentir que busque su reelección en 2024, algo prohibido por la Constitución, y aseguró que ese año se jubilará y no volverá a “participar en política”.
“Soy el presidente de más edad en la historia de México. Entonces no podría (reelegirme) además de que no me lo permitirían mis convicciones”, aseguró el mandatario. Recordó que el próximo año se someterá a un referéndum de revocación de mandato para que los mexicanos decidan si debe renunciar o seguir al frente del Gobierno hasta 2024, aunque se mostró confiado de que lo va a ganar.
“Voy a estar aquí si el pueblo lo decide. Voy a una consulta en marzo del año próximo. Eso no me preocupa mucho, sé que la gente va a mantener el apoyo. Me preocupa más la ciencia y el Creador”, expresó.
(dw.com)