La Comisión de Asuntos Indígenas, representantes de trabajadores agrícolas y académicos de la Universidad Autónoma de Chapingo coincidieron en la urgencia de hacer valer sus derechos, ya que constituyen uno de los ejes económicos del país.
Al inaugurar el Foro: “Situación actual de los Jornaleros Agrícolas en México”, Roberto Cabrera Solís, secretario de esta instancia legislativa, sostuvo que es necesario crear políticas públicas que garanticen un salario digno y el cumplimiento de las garantías laborales.
El legislador perredista explicó que el objetivo del foro es crear un vínculo de comunicación entre jornaleros, investigadores e instituciones, para diseñar mecanismos que permitan encontrar soluciones no sólo para mejorar su condición laboral sino su calidad de vida.
Luis Gerardo Esparza Hernández, investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, señaló que los jornaleros se encuentran totalmente desamparados en el respeto a sus derechos laborales, pues no cuentan con seguridad social ni prestaciones que estipula Ley Federal del Trabajo.
Indicó que en muchos lugares no sólo se explota a los jornaleros hombres, sino también a mujeres y niños, quienes tienen que realizar el arduo trabajo agrícola a cambio de un sueldo insuficiente para comprar los productos de la canasta básica.
Fidel Sánchez Gabriel, representante de los jornaleros de San Quintín, Baja California, mencionó que el sector agrícola requiere de una solución de fondo a nivel nacional, que permita una buena alimentación y educación, y recibir un salario justo, además de terminar con la esclavitud y los abusos.
Expuso que ellos tomaron la decisión de salir a la calle y denunciar la problemática que enfrentan día a día los jornaleros del país; sin embargo, reiteraron que estos atropellos persisten.
A su vez, Fernando Torres Lagarde, representante de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, indicó que la precaria condición de los jornaleros se debe a la mala distribución de los apoyos para el campo, que sólo benefician a grandes empresarios, dejando a un lado a los pequeños productores.
Puntualizó que otro factor que ha determinado el estancamiento del campo mexicano es la falta de apoyos, pues provocó la fractura de las cadenas productivas y crecimiento de importación de alimentos, carnes y lácteos.
Federico Ovalle Vaquera, secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, dijo que el problema de los jornaleros se debe a que el 96 por ciento del presupuesto se destina al fomento de las grandes empresas, dejando un lado a las pequeñas parcelas.
Por su parte, investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo indicaron que los trabajadores agrícolas deben emigrar al norte del país, ya que en sus zonas de origen el campo no es apoyado, provienen principalmente de las entidades más pobres y a trabajar hasta 12 horas por un salario de cerca de 70 pesos diarios.
De acuerdo con estudios realizados por esta institución, existen casi un millón de trabajadores que no pueden adquirir los productos de la canasta básica, por lo que los hijos de estas familias deben abandonar sus estudios e integrarse a la plantilla laboral de grandes empresarios agrarios.