La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) planteó que dado el impacto relevante que tienen en la dinámica social, los servicios de transporte de personas por medio de plataformas móviles, como Uber y Cabify, deben reconocerse formalmente como una nueva categoría o modalidad.
En una opinión dirigida al gobierno de la Ciudad de México y de otras localidades, el pleno del organismo considera que estos servicios son resultado de los avances tecnológicos y del proceso innovador, además de constituir un nuevo producto en el mercado y generar bienestar social.
De acuerdo con la Cofece, el marco jurídico correspondiente debería limitarse a tutelar objetivos públicos elementales en materia de seguridad y protección del usuario, y no imponer restricciones injustificadas a la competencia y libre concurrencia.
Asimismo, sugirió que en tanto no existan modificaciones al marco jurídico, se debe considerar que cualquier interpretación podría resolverse en favor del interés general, toda vez que es una opción eficiente de movilidad que beneficia a los consumidores.
“La Cofece recomienda que se reconozca formalmente, a través de la vía que corresponda, una nueva categoría o modalidad de transporte para la prestación de este servicio innovador que tiene un impacto relevante en la dinámica social”, sostiene.
Explica que estos servicios de movilidad permiten conocer la identidad del conductor y los datos del vehículo previo al abordaje; planificar automáticamente la ruta, lo que elimina la posibilidad de que los conductores se desvíen de ésta indebidamente y cobren un precio o tarifa más elevados.
También poseen una tarifa dinámica, de acuerdo a las condiciones de oferta y demanda en tiempo real, por lo que es posible facturar de acuerdo a las leyes fiscales correspondientes, y desglosar y transparentar la tarifa dando al usuario información suficiente sobre el cobro.
En este sentido, la Cofece destaca que estas aplicaciones permiten que pasajeros evalúen a choferes y conocer, en tiempo real, la disponibilidad del servicio y los periodos de espera requeridos para iniciar el viaje.
Además, añade, se “ofrece una modalidad de transporte con atributos diferenciados en cuanto a confiabilidad y seguridad personal, certidumbre sobre el cobro que se va a realizar y el método de pago a utilizarse, confort y conveniencia, búsqueda y tiempos de espera, e información sobre el traslado.
Por lo tanto, reitera que para la Cofece, “se trata de un nuevo producto en el mercado”, que es demandado por segmentos de la población que cuentan con acceso a medios de pago electrónicos y dispositivos de comunicación inteligentes.
Subraya que por su propia naturaleza, este servicio ha creado una nueva base de consumidores y generado cierta migración de usuarios de taxis (sobre todo de radiotaxis o taxis de sitio) hacia las empresas de redes de transporte (ERT).
La Comisión precisa que incluso, algunos estudios internacionales sugieren que éstas pudieran ser una alternativa al uso del automóvil particular.
En términos generales, puntualiza que servicios de este tipo facilitan la interacción entre pasajeros y conductores, reduciendo las deficiencias de información y problemas de coordinación, además de aliviar la posición cautiva del consumidor.
Menciona que las empresas operan sobre la base de un modelo de autorregulación exitoso, contribuyen al bienestar del consumidor al ofrecer condiciones convenientes de servicio en los aspectos arriba referidos, y generar incentivos para que otras modalidades de transporte utilicen la tecnología en beneficio de sus clientes.
El marco normativo debería limitarse a tutelar objetivos públicos elementales en materia de seguridad y protección del usuario, por ejemplo, la obligatoriedad de acreditar la existencia de seguros de cobertura amplia para que exista responsabilidad frente a los usuarios, o mediante la revisión de las capacidades y antecedentes de los conductores, asevera.
La Comisión opina que se deberían evitar restricciones a la competencia, como autorizar vehículos para prestar el servicio o limitar su número imponiendo requisitos adicionales como placas especiales o cromáticas.
Asimismo, regular los esquemas tarifarios que actualmente son determinados por los proveedores en función de la oferta y demanda del mercado, puntualiza.