La actividad ilícita del hackeo se ha vuelto un negocio rentable de 450 mil millones de dólares al año, por lo que la única certeza que debe tener cualquier empresa es que tarde o temprano sufrirá un ataque cibernético, aseguró el responsable de ventas de seguridad de Cisco México, Rafael Chávez.
“La única certeza que existe es que todas las empresas, en algún momento de su existencia serán atacadas. La diferencia es qué tan fuerte será, lo cual dependerá de la infraestructura de seguridad que instale en sus sistemas de operación y recursos que destine para ello”.
En el marco de la presentación del nuevo portafolio de soluciones de protección contra malware y servicios de respuesta a incidentes, el directivo enfatizó que las empresas de todos los tamaños enfrentan a diario un creciente volumen de ataques cibernéticos que ponen en riesgo datos sensibles, propiedad intelectual y demás activos.
De acuerdo con datos de Cisco, la industria del “hackeo” se integra por una serie de actividades ilícitas que van desde la venta de números de tarjetas y cuentas bancarias, ataques de denegación de servicio, distribución de malware y spam.
“Por cada número de tarjeta de crédito que un hacker obtenga puede ganar un dólar, el punto es que si logra obtener 10 mil números a través de la intrusión a sistemas de empresas vulnerables, se convierte en un gran negocio”.
En ese sentido, dijo, tanto en México como en América Latina, las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) representan un potencial importante para los hackers pues es común que a través del ataque a sus sistemas puedan llegar a los grandes corporativos.
“Muchas empresas medianas o pequeñas son proveedores de grandes corporativos, de tal forma que si no se puede atacar una empresa de gran tamaño porque tiene una infraestructura fuerte, sí podrá hacerlo mediante una empresa más pequeña”, apuntó.
En opinión del directivo los efectos de un ataque cibernético o la existencia de una vulnerabilidad, van más allá de pérdidas económicas, y afectan aspectos clave de la operación de una empresa como la confianza y credibilidad frente a clientes y socios de negocio.
“La gente no quiere hacer negocios con empresas que se sabe fueron atacadas o que tienen vulnerabilidades, el impacto es económico pero también en el rendimiento en la operación y en la reputación de la empresa en el mercado”, aseveró.
Destacó que de acuerdo con un estudio de PwC, en 2014 los incidentes de seguridad aumentaron 64 por ciento, siendo las empresas de tamaño medio las que enfrentan el mayor reto, ya que en muchos casos tienen plataformas obsoletas que no les proporcionan una protección antes, durante y después de un ataque.