Ginebra.- La Organización Mundial de Comercio (OMC) previó hoy que el comercio mundial crezca en volumen 3.3 por ciento este año, y que haya un ligero repunte de la producción tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
El informe sobre estadísticas y perspectivas comerciales señala que el volumen del comercio mundial de mercancías crecerá ligeramente en los próximos dos años, 2.8 por ciento en 2014 y 3.3 por ciento en 2015.
Por lo tanto, el comercio permanecerá muy por debajo del promedio anual de 5.1 por ciento registrado desde 1990.
Al presentar estos resultados en rueda de prensa en Ginebra el director general de la OMC, Roberto Azevedo, afirmo que “en los últimos años el crecimiento del comercio ha sido decepcionante”.
“Esto debido en gran medida a la prolongada atonía del crecimiento del PIB después de la crisis financiera”, señaló.
“Según nuestras previsiones, va a continuar la lenta recuperación del comercio, pero esta tendencia podría verse fácilmente debilitada, habida cuenta del crecimiento económico todavía frágil y las constantes tensiones geopolíticas “, agregó.
“Pero no estamos desvalidos ante este sombrío panorama, continuó Azevedo, el comercio puede ser un instrumento de política poderoso para potenciar el crecimiento económico y el desarrollo”.
Para el diplomático brasileño, “eliminando las medidas proteccionistas, mejorando el acceso a los mercados, evitando políticas que distorsionen la competencia y procurando acordar reformas de las normas del comercio mundial, los gobiernos pueden impulsar el comercio y aprovechar las oportunidades que este ofrece a todos”.
De acuerdo al informe la caída de los precios del petróleo en 50 por ciento desde julio, debería impulsar los ingresos y las importaciones en las economías de elevado consumo energético (incluyendo a los países desarrollados y China) y reducirlos en los países exportadores de combustible.
La OMC advierte que numerosos factores pueden impedir que se confirmen las previsiones, entre ellos las tensiones geopolíticas, las políticas monetarias divergentes , las fluctuaciones de los tipos de cambio y la desaceleración del crecimiento en las economías emergentes.