Moody’s rebajó la perspectiva de las calificaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) a negativa desde estable, citando mayores riesgos crediticios de la endeudada firma estatal.
La agencia ratificó en “B1” la calificación de familia corporativa (CFR, por su sigla en inglés) de Pemex y en “caa3” la evaluación del riesgo crediticio base (BCA, por sus siglas en inglés), la cual, dijo, “refleja su fortaleza crediticia intrínseca”.
“Ante la falta de cambios fundamentales en la estrategia de negocio (…), es probable que la compañía enfrente mayores riesgos crediticios debido a su incapacidad de aumentar las inversiones de capital y de mejorar su desempeño financiero y operativo, como resultado de las restricciones de liquidez”, justificó Moody’s.
Incluso afirmó que en 2023 y 2024 la empresa solo podrá sostener la producción y las reservas en los niveles actuales. Sin embargo, Moody’s también reconoció que los precios actuales del petróleo generarán regalías y costos operativos elevados en el negocio de refinación.
La calificadora agregó que la siguiente administración tendrá dificultades para continuar apoyando a Pemex, ante un menor espacio fiscal lo que restringirá la capacidad de transferencias del soberano.
“Las expectativas de Moody’s de que Pemex continuará registrando un flujo de efectivo negativo y la necesidad de grandes cantidades de financiamiento externo dadas las pérdidas persistentes en el negocio de refinación de la compañía, el gasto de capital al menos en los niveles actuales para mantener la producción y las reservas estables, altos gastos de intereses y altos vencimientos de deuda en 2023 a 2025”, aseguró.
Moody’s agregó que es “poco probable” que la nota crediticia de Pemex cambie en el corto plazo.
La acción también toma en cuenta que el acceso de Pemex a los mercados de capital es actualmente limitado, dado su alto riesgo crediticio intrínseco y la falta de medidas para mitigar su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).
(milenio.com)