Berlín.- La inflación interanual en Alemania cayó a 0.2 por ciento en julio, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis) en Wiesbaden, con lo que el nivel de los precios continúa siendo bajo en la primera economía de Europa.
Esta es la segunda baja consecutiva que registra el índice de precios al consumidor y está principalmente motivada por el descenso de los precios de la energía, que en términos interanuales se contrajeron un 6.2 por ciento.
Con base en datos provisionales, Destatis reveló que en relación al mes anterior, la inflación aumentó en Alemania en julio un 0.2 por ciento.
Los alimentos y los servicios continúan comportándose de manera positiva aunque moderada y, en comparación con julio de 2014, registran una alza de un 0.4 y un 1.1 por ciento, respectivamente.
La inflación apenas aumentó en los últimos meses en Alemania. En enero pasado se contrajo hasta el 0.3 por ciento debido al retroceso de los precios de la energía, y registró una caída por primera vez en más de cinco años.
En junio, la tasa de inflación fue del 0.3 por ciento y en mayo de 0.7 por ciento, valores que se sitúan muy por debajo del objetivo que fija el Banco Central Europeo (BCE), que persigue una tasa cercana pero inferior al 2.0 por ciento.
El BCE espera que la inflación en la eurozona se mantenga baja en los próximos meses para empezar a subir de forma gradual a finales de año.
Con la intención de subir los precios en la zona común, el organismo monetario con sede en Francfort puso en marcha en marzo un programa de compra de bonos de miles de millones de euros conocido como “expansión cuantitativa”.
El cálculo del presidente de la entidad, Mario Draghi, es que la inyección masiva de liquidez en el sistema permita que los bancos presten más dinero a empresas y particulares, animando la inversión y el consumo.
De cumplirse sus expectativas, se lograría dar un impulso finalmente a la inflación.