En vísperas del 26 aniversario luctuoso de la masacre de Aguas Blancas, en Coyuca de Benítez, Guerrero, la dirigencia de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) demandó que la justicia todavía no llega contra los responsables.
La OCSS exige un castigo para los responsables, pues aseguran que algunos culpables siguen vivos por lo que exigen justicia, que se descubra la verdad y castigo a los responsables.
Han pasado 26 años de la masacre de Aguas Blancas, donde fueron asesinados 17 campesinos, y 23 más resultaron lesionados. Este hecho propició la caída del entonces gobernador del estado de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer.
La OCSS explicó que este lunes 28 de junio se cumple un año más, cumpliendo ya 26 años de la masacre, y sin que la justicia haya llegado. Asimismo remarcaron que siguen sin castigo los responsables de la masacre, además de que siguen protegiendo a los principales responsables.
“Se sigue pretendiendo el olvido y la conformidad social con verdades a medias, maniobras políticas y el castigo a encarcelados (policías estatales) y ya liberados, chivos expiatorios.
También la organización dijo que este año será uno más para los golpes de pecho, el llanto y las vestiduras desgarradas de los que vieron los hechos desde lejos, desde la barrera, y ahora se dicen los verdaderos, los directamente afectados.
Reprocharon, que al no dar justicia por la masacre, este año será uno más para ver la descomposición de algunos, quienes están más interesados en los proyectos gubernamentales que en la organización del pueblo.
“¿Se podrá equiparar la destitución de un cargo público con las muertes de los 17 compañeros campesinos, y más de 23 heridos? ¿A esto le llaman justicia? Un año más en que se repite el ritual de la dádiva económica”, reprochan en un comunicado la OCSS a las diversas organizaciones sociales.
Algunos culpables siguen vivos, otros muertos, pero aunque mueran, siguen siendo culpables. Exigimos justicia, verdad y castigo, pide la OCSS desde la comunidad serrana de Tepetixtla, Coyuca de Benítez.
“El principal culpable, el exgobernador Rubén Figueroa Alcocer; otros, el general Arturo Acosta Chaparro, ya muerto, que fue parte de la planificación y la ejecución; el gabinete gubernamental estatal de entonces; y el ex presidente Ernesto Cedillo”.
También advirtieron que mientras estén vivos, seguirán exigiendo justicia en la masacre de Aguas Blancas. De nuevo recordando a sus compañeros asesinados en Aguas Blancas con el compromiso de seguir luchando.
“Así como los cómplices, un poder legislativo local y federal y un aparato judicial federal y local, que garantizaron la impunidad. ¡Hoy están impunes! ¡Cuánta podredumbre!, ¡Cuánta miseria humana!”, reprochan.
También hacen referencia a la gobernadora electa en Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, a quien refieren con un nuevo concepto como “torita”. Después dijeron: “que anoten los de la Academia de la lengua guerrerense. No tenemos dudas, mandará el toro (Félix Salgado Macedonio). No es discriminación, es jugada política”.
Advierten que no creen que cambiará mucho la situación, pues dicen que, tanto en la sierra como en otros lugares del estado, la delincuencia organizada hace el trabajo sucio, hostiga, agrede, desaparece y asesina a periodistas honestos y a luchadores sociales.
(milenio.com)