Acapulco.- Estados Unidos y Canadá son los destinos preferidos de la trata de blancas y, a nivel mundial, se tienen identificadas 510 rutas que los tratantes usan para llevar y traer gente, con fines de explotación.
El asesor regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Felipe de la Torre, dijo durante su ponencia en la campaña “Corazón Azul” contra la trata de blancas, que en México hay un problema estadístico porque no existen los instrumentos de medición para la incidencia del delito.
Eso provoca, mencionó, que las cifras sean diversas, ambiguas y no se pueda definir un porcentaje.
Dijo que la propuesta de UNODC es realizar un diagnostico nacional y trabajar de lleno con las autoridades, para armar una plataforma nacional única de información, que permita a todas las entidades alimentar esta base de datos legítimos.
De la Torre señaló que la trata nacional tiene un problema muy grave porque la policía no puede entrar a cada una de las casas para ver que es lo que está pasando, pues el delito se esta dando en los espacios y contexto más intimo de la victima.
“Son las propias familias que están explotando a sus hijas, a sus hijos, a sus madres, hermanas, primos o parientes. Existe un pueblo famoso en México en donde hay toda una saga de generaciones de familias que se dedican a la trata de personas y hacen de las niñas de esa familia producto de la venta”, dijo.
Comentó que Acapulco, puerto con gran afluencia de personas de turistas nacionales y extranjeros, presenta condiciones de vulnerabilidad especial en la trata de personas.
Ese puerto, señaló De la Torre, es uno de los 15 lugares en México con alta incidencia en trata de personas; “existe el turismo sexual e incluso se busca a menores de edad en poblados para comercializarlos”, dijo.
“Cuando hay oferta y demanda habrá un mercado que es aprovechan los tratantes, que lucran con las personas vulnerables, como mujeres, niñas e indígenas. La trata está generándose en la familia, eso es preocupante, pues con el argumento de usos y costumbres, algunas comunidades ven normal el matrimonio y vender a las niñas”, advirtió.