Puebla.- La deforestación y degradación de los ecosistemas, causadas por los incendios en las superficies forestales, es una de las más complicadas de restaurar, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en un estudio.
En el marco del Día Internacional de los Bosques, el cual se conmemora cada 21 de marzo, indicó que el deterioro que sufren los suelos provoca el consumo total de la biomasa y da lugar a la pérdida completa de áreas arboladas, de hierba y de otros tipos de vegetación.
Los incendios forestales, añadió, implican mayor erosión en los suelos, pérdida de biodiversidad, generación de bióxido de carbono (CO2), así como disminución en la capacidad de producción de agua y su calidad; daños al hábitat de la fauna silvestre; afectaciones al paisaje, a las posibilidades de recreación y al ecoturismo.
Recordó que desde hace cuatro décadas, el 21 de marzo, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realiza con mayor énfasis el reconocimiento a los recursos forestales como son los bosques, las selvas y la vegetación de zonas áridas.
A estos se suman otros recursos asociados como el suelo, agua, aire y la fauna silvestre.
En este contexto, destacó que la relevancia de conmemorar el “Día Internacional de los Bosques” permitirá dar a conocer y promover el crecimiento, la protección y conservación.
Asimismo, es motivo para divulgar el uso adecuado de los recursos que obtenemos de los ecosistemas terrestres para que continúen siendo renovados y, de esta manera, garantizar un desarrollo forestal sostenible para las siguientes generaciones.
En México, las prácticas agropecuarias que implican el uso inadecuado del fuego para la agricultura, quemas intencionales en zonas forestales y problemas de litigio por la tenencia de la tierra, entre otras, son los causantes de cerca de 40 por ciento de los incendios forestales en el país.
Al respecto, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reportó que en 2014 se registraron cinco mil 325 incendios forestales en México, con un daño de superficie equivalente a 155 mil 533.52 hectáreas, lo cual corresponde a 29.20 por ciento de índice de afectación.
Del total de esos eventos 51.92 por ciento se concentraron en el Estado de México, Chihuahua, Distrito Federal y Michoacán. En tanto, 53.38 por ciento de área dañada por este concepto la reportaron Sonora, Chihuahua y Baja California.
En cuanto a los estratos de vegetación involucrados en esos siniestros, el herbáceo fue el que reportó mayor deterioro con 38.61 por ciento; seguido de la hojarasca con 31.47 por ciento; el arbustivo con 23.50 por ciento, y con los menores porcentajes el arbolado adulto, renuevo y el suelo orgánico con 3.09, 2.60 y 0.73 por ciento, respectivamente.
Del total de incendios ocurridos en el país cinco mil 82 (64.87 por ciento) se clasificaron en el tipo mínimo: se espera una recuperación de área afectada de entre uno y dos años; 218 (28.38 por ciento) de tipo moderado: que llevará de cinco a 10 años, y sólo 25 casos (6.75 por ciento) fueron considerados de tipo severo: lo que implica una recuperación a largo plazo (más de 10 años).
No obstante, en los últimos años ese último tipo de casos se registran con menor frecuencia, lo que hace pensar que cada vez es más óptima la intervención del personal encargado de mitigar los siniestros.
De acuerdo a datos históricos que da a conocer la Conafor, 2014 fue el de menor número de incendios forestales registrados de los últimos 16 años.