Esta tarde, el gobierno federal y la población del municipio de Aguililla, Michoacán, reactivaron la mesa de negociación; sin embargo, la reunión tuvo desencuentros debido a que la población continúa demandando que la carretera Apatzingán-Aguililla tenga garantía de libre tránsito.
Miembros de la población de Aguililla explicaron que buscan en la mesa de negociación que en su municipio exista paz, reconciliación, seguridad y reactivación económica.
Ante los enviados del gobierno federal, habitantes de Aguililla denunciaron que cuando elementos de la Guardia Nacional ingresan a la región de la Tierra Caliente, “también lo hace un grupo delictivo”, aunque no especificaron el nombre.
Junto a los representantes del gobierno federal llegaron miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quienes arribaron en helicóptero a esta población de Michoacán.
Las rondas de conversaciones iniciaron ahí, donde los grupos delictivos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de los Cárteles Unidos han convertido en un campo de guerra.
La gente del pueblo dijo que no cree en la palabra del gobierno, mientras que los representantes del gobierno federal hicieron esfuerzos por hacer valer su palabra para traer paz y desarrollo.
La gente recriminó al gobierno que han pasado muchos meses y siguen viviendo bajo el asedio de los grupos delictivos, sin la intervención decidida de los órdenes de gobierno.
Además, explicaron que en el municipio de Aguililla continúa el desabasto de medicinas, de combustibles y de alimentos, lo cual ha propiciado que cada vez se viva en una mayor marginación.
Por su parte, el párroco de Aguililla, Gilberto Vergara García, dijo que la reactivación del diálogo con el gobierno federal “es bueno y favorable”, y pidió que no victimicen a los pobladores que exigen el retorno de la paz, y dijo ver con buenos ojos que la CNDH esté en el municipio para valorar los hechos violentos que han ocurrido en los últimos meses.
(milenio.com)