Con el miedo que produce ser víctima de un crimen, todavía atravesándoles el alma, la familia Pineda tomó valor para alzar la voz y exigir a las autoridades la entrega del cuerpo de la señora Ramona, “daño colateral” en una balacera en Villa de Álvarez, Colima, después de más de un día de incertidumbre.
“Lamentablemente mi familiar falleció al ser víctima de la delincuencia, han pasado ya más de 24 horas de que las dependencia a cargo no nos han entregado el cuerpo de mi familiar para darle cristiana sepultura, de acuerdo con nuestras creencias”, expresaron familiares en ese momento.
Después de que denunciaron que en tres ocasiones la Fiscalía General del Estado (FGE) les dio una hora específica para entregar el cuerpo, sin cumplir con la promesa, evidenciaron la crisis que vive el Servicio Médico Forense (Semefo), ante la cantidad de cuerpos que reciben para practicarle los estudios médicos correspondientes.
“Hemos tenido muchos homicidios. Las necropsias de ley tardan entre cuatro y doce horas dependiendo del tipo de evento, entonces muchas veces no es posible sacar más de dos o tres necropsias diariamente”, reconoció el vocero de Construcción de la Paz y Seguridad de Colima, Francisco Javier Almazán Torres.
Sobre los retrasos, el funcionario pidió la comprensión de las familias de las víctimas de la violencia: “solicitamos su comprensión, no es la intención de la fiscalía retrasar este trámite, pero es lo que está pasando, a pesar de que se trabaja también en los Semefo de Tecomán y Manzanillo”.
El caso de la familia Pineda caló por lo doloroso de su mensaje: a pesar de la certeza de que no habrá justicia en su caso, sólo exigían a las autoridades competentes les entregaran el cuerpo de su familiar. Eso sucedió unas horas después de que hicieran pública su denuncia.
“Entendemos la larga fila de cuerpos que hay, pero mi familiar es inocente, fue víctima, sabemos que nuestro caso, como el de muchas otras familias colimenses, quedará impune, pero queremos que nos entreguen su cuerpo”, dijeron.
En los últimos días, en algunas de las jornadas más álgidas de violencia en el estado de Colima, se han registrado hasta seis homicidios en una jornada, lo que impacta la capacidad de respuesta de los médicos forenses.
(milenio.com)