Aunque la cinematografía latinoamericana enfrenta severas dificultadas para competir con Hollywood, tiene características que le permiten hacerle frente, entre ellas la creatividad y el talento de sus historias y, por supuesto, de sus cineastas, aseguró el director de cine colombiano Javier Mejía.
Mejía sostuvo que Latinoamérica está viviendo un momento interesante, toda vez que tiene una presencia fuerte en festivales, con opciones interesantes, directores nuevos e historias frescas, cualidades que marcan la diferencia con el cine norteamericano.
“Los festivales son una cosa importante para nosotros los latinos, pues es la ventana para que conozcan nuestro trabajo, así como para hacer alianzas y contratos de distribuciones”, expresó el director de la cinta “Apocalipsur” (2007), quien considera que Brasil a nivel Latinoamérica es un monstruo en materia cinematográfica, pues resuelve su producción con su público local.
Mencionó que entre los grandes problemas de la región se encuentra, además del limitado presupuesto, la exhibición, ya que el cine de Hollywood termina avasallando las salas de todos los países, con historias hechas con varios millones de dólares y dinero suficiente para publicidad. “Y así no hay forma de competir con ellos”, anotó.
En ese sentido, el también director del documental “Duni” (2013) pugnó porque los gobiernos protejan la exhibición de los materiales nacionales. “Debería haber una ley de pantallas que obligue a las exhibidoras a darle un tiempo obligado a las películas nacionales”.
Expuso, que Colombia, país en el que reside, ya se está trabajando en esa ley, “porque así no se trabaja en igualdad de condiciones (…) ellos son unos monstruos, nuestro presupuesto es muy diferente y competir es una carnicería”.
Sobre el contexto cinematográfico que se vive en Colombia, dijo que pasó de ser una cinematografía nula, al producir de dos a tres películas al año, a estar ahora por estrenar 75.
“Fue un trabajo muy largo, donde el gobierno ha cambiado su actitud y aunque faltando aún muchas cosas, ha hecho una ley de cine que incluye incentivos para exención de impuestos para películas y gente empresaria que decida invertir en esta industria”, expuso.
Tras reconocer que existen leyes parecidas entre países latinoamericanos, entre ellos Colombia, México y Argentina, mencionó que las coproducciones terminan siendo una buena opción para obtener recursos y exhibir los materiales.
Bajo ese tenor, señaló que va terminando de filmar una película en Amazonas, en la cual participan, además de él, cinco directores colombianos con una historia cada uno.
“Al parecer tendrá su estreno en el Festival de Cine de Sundance a principios del próximo año (…) es una cosa muy loca, el Amazonas es la cosa más alucinante para producir, todo raspa, duele, corta, inflama, y bueno nos encontramos en la etapa de corrección de color”, explicó con gran emoción.
Sobre el hilo conductor de la cinta, dijo que definitivamente lo único que une a las seis historias es la selva, ya que cada una da cuenta de algo en particular, como la que habla de La Colonia u otra que aborda el tema de los chamanes e indígenas.
Sin dar más detalles de la cinta, indicó que su trabajo está enfocado a los criollos ingresando al Amazonas, a través de la historia de un payaso que va a buscar a una hija que no sabía que tenía.
Mejía sabe que hacer una película en su país como en cualquier parte del mundo, es caro, “parecen glóbulos rojos, siempre es en millones”, y que lo único que no cuesta es el guión, porque lo escribe desde su casa, por eso ha decidido hacer mancuerna con México y continuar su andar cinematográfico en este país.
“Estoy trabajando en un guión que detonará una coproducción entre México y Colombia. Es una historia que comienza en Colombia y termina en México. Estoy en la construcción de personajes y será una comedia negra”, indicó el cineasta, quien presentará el próximo martes su documental sobre Dunav Kuzmanich, en la Cineteca Nacional.