A 100 años del natalicio del director de cine y guionista japonés Kon Ichikawa, su discípulo Masaaki Tezuka recuerda a su mentor como un hombre sumamente exigente, profesional y alegre, cuyas obras en su totalidad son una maravilla.
“Él concebía el cine como sombra y luz, y no sólo en materia visual sino también en cuanto a la historia, pues decía que ésta debía tener tanto iluminación como partes oscuras”, comentó el director de la cinta “Godzilla vs Megaguirus: Estrategia de aniquilación G”, quien este jueves ofrecerá la charla “Masaaki Tezuka. Mi trabajo con Ichikawa” en la Cineteca Nacional.
Tezuka reconoció el aprendizaje que obtuvo al lado de Ichikawa, con quien se inició en el arte cinematográfico y colaboró como auxiliar de dirección en la que sería su última película “La familia del Inugami o perro sagrado”.
Se puede decir que Masaaki Tezuka, realizador japonés que se inició como asistente de dirección en el ocaso de los años 70, obtuvo de esa premisa el saber acoplar la acción real con los efectos especiales.
Entre recuerdos y anécdotas, el cineasta, quien visita por primera vez México, recordó que al invitar a Ichikawa a la premier de su película “Godzilla”, éste lo felicitó y le dijo: ‘Donde estaba esperando un close up, lo vi. Tu película es perfecta”.
Por lo que, dijo, “ofrecer la próxima charla es un honor pero también una responsabilidad, porque sé que debo compartir todo lo que me enseñó Ichikawa”.
Aunque dijo que ni él ni Ichikawa son unos genios, expuso que su mentor obtuvo varios logros profesionales gracias a su trabajo y esfuerzo.
Tezuka, originario de Tochigi, celebró el homenaje que se le rinde a Kon Ichikawa a través de una interesante e importante retrospectiva, por lo que sostuvo: “Toda su filmografía es maravillosa, pero la seleccionada para esta ocasión es la mejor”.
La selección incluye 12 películas que corresponden a lo más característico de su carrera, entre ellas “Hermano” (1960), “Solo en el Pacífico” (1963), “La venganza de un actor” (1963), “Soy un gato” (1975), “Ohan” (1984) y “El arpa de Birmania” (1956), que pueden ser apreciadas hasta el 2 de agosto próximo en la Cineteca Nacional.