Río de Janeiro.- Una revuelta en una cárcel del noreste de Brasil, donde los presos tomaron a 70 rehenes, finalizó con un saldo de ocho muertos y al menos cinco heridos, informaron hoy las autoridades.
La revuelta inició la víspera, al parecer como consecuencia de una disputa entre dos facciones criminales con miembros dentro de la cárcel de Feira de Santana, la segunda más importante del estado brasileño de Bahía, uno de los más violentos del país.
La rebelión se produjo a una hora en que numerosas familias visitaban el domingo a sus allegados presos, por lo que al menos 70 personas –entre ellas mujeres y niños- fueron hechas rehenes por los encarcelados.
La mediación de comisión de derechos humanos del gobierno local permitió poner fin a la revuelta, que duró más de 20 horas y se saldó con un balance provisional de ocho personas muertas.
“Estamos realizando una búsqueda generalizada en el pabellón donde se produjo la revuelta para ver si todavía hay más muertos”, explicó el coordinador de la secretaría penitenciaria del municipio, Paulo César.
Las causas siguen sin ser esclarecidas, aunque el exceso de reos para la capacidad del presidio –un fenómeno común en Brasil y denunciado por organizaciones de derechos humanos- podría ser uno de los motivos.
El presidio de Feira de Santana tiene capacidad para 644 presos, pero fuentes oficiales admitieron que hay mil 467 detenidos en el recinto.
Las cárceles brasileñas son consideradas como una de las peores de América Latina, y algunos grupos de defensa de los derechos humanos reclaman que se necesitan al menos 200 mil plazas suplementarias para dar cabida al total de la población carcelaria, que supera el medio millón.
Brasil tiene una media de 274 encarcelados por cada 100 mil habitantes, una media alta comparada con países como España (98) o incluso México (206), pero que se mantiene a la par de países como Chile (266), según datos del Centro Internacional de Estudio de las Prisiones (ICPS, por sus siglas en inglés).