El número de muertos en el poderoso terremoto de Haití subió a casi 1,300 el domingo mientras cuadrillas de rescate excavaban desesperadamente en edificios derrumbados en busca de sobrevivientes y los hospitales se desbordan con el arribo de heridos que llegan desde las zonas más remotas.
“La cantidad de personas muertas por el terremoto subió a 1,297 el 15 de agosto”, dijo Protección Civil que poco antes había reportado 724 decesos. También actualizó a más de 5,700 la cantidad de heridos que era de 2.800.
Tras una angustiosa noche de réplicas, máquinas pesadas, camiones y retroexcavadoras se dedicaron a trasladar losas de cemento de los edificios derrumbados en la localidad de Los Cayos, cerca del epicentro del terremoto.
El sismo de magnitud 7,2 se produjo el sábado a las 08H29 (12H29 GMT) a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe.
De la casa de dos plantas de Marcel François, en Los Cayos, solo quedan ruinas. “Es por gracia de Dios y también gracias a mi teléfono que estoy vivo, porque pude avisar a la gente de fuera dónde me encontraba”, dijo a la AFP el joven de 30 años.
Su hermano menor, Job, y los vecinos pasaron más de tres horas sacándolo de los escombros sin más herramientas que sus brazos. “Iba en el autobús al trabajo cuando ocurrió el terremoto. Pude localizar a Marcel por teléfono, pero me dijo ‘ven a salvarme, estoy bajo el cemento'”, cuenta Job François.
Tras ser rescatado de entre los bloques de hormigón y los muebles rotos, con heridas en la cabeza, Marcel François fue trasladado inmediatamente al hospital en estado de shock, ya que no tenía noticias de su hija de 10 meses, que seguía atrapada entre las ruinas. “Pensé que mi hija estaba muerta. Cuando llegué al hospital estaba llorando, estaba resignado”, cuenta, conmovido, este hombre de 30 años.
Gracias al trabajo en equipo de los residentes y de su tío, la pequeña Ruth Marlee Alliyah François fue sacada de la casa cuatro horas después del terremoto.
Marcel y Job François esperan que los equipos profesionales les ayuden a sacar de entre los escombros el cuerpo de su inquilina, una mujer de 27 años que vivía en la planta baja de la residencia y que murió a los pocos minutos del terremoto.
Los esfuerzos para ayudar a las víctimas podrían verse obstaculizados a medida que se acerca la tormenta tropical Grace, con la posibilidad de que se produzcan lluvias torrenciales e inundaciones, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
Hospitales desbordados
El Ministerio de Salud envió personal y medicamentos a la península del suroeste, pero la logística de emergencia también se ve comprometida por la inseguridad que asola Haití desde hace meses.
Instalados en bancos, acomodados en sillas o tendidos en el piso sobre sábanas, los heridos del terremoto se agolpan en el servicio de emergencias del hospital de Cayes, que comenzaba el domingo a recibir refuerzos.
“En el momento del terremoto, éramos sólo tres médicos en el servicio”, dice el doctor Michelet Paurus. “Esta mañana está mejorando porque hemos recibido ortopedistas, cirujanos y también 42 residentes que están distribuidos en todos los hospitales del departamento”, explica la médica de urgencias.
Rudolphe Steven Jacques, un médico de 26 años, es uno de los profesionales de la salud que arribó de la capital, Puerto Príncipe.
“La falta de material es crónica, depende de las llegadas. Mira, esta mujer lleva un tiempo esperando que le haga una sutura pero no tengo bandeja para eso en este momento” lamenta el joven practicante, mostrando una gran herida en la pierna de una paciente sentada en un rincón.
En las pequeñas habitaciones de este hospital, pacientes y médicos se empujan.
“Todavía están llegando muchos heridos esta mañana, no me lo esperaba: son los que vienen de áreas más remotas. Como pueden ver, el servicio de emergencia está muy exigido, pero estamos haciendo todo lo posible para atender a la gente”, asegura a la AFP el doctor Jacques.
Ayuda internacional
Muchos países, como Estados Unidos, República Dominicana, México y Ecuador, ya han ofrecido su ayuda enviando personal, raciones de emergencia y equipos médicos.
Panamá establecerá un centro de acopio a fin de recolectar ayuda para el pueblo haitiano, afectado por el fuerte terremoto registrado este sábado, mientras que Chile facilitará un avión de carga para el envío de la asistencia, dijo este domingo una fuente oficial.
El primer ministro Ariel Henry agradeció el domingo la ayuda de la comunidad internacional. “Queremos dar una respuesta más adecuada que en 2010 tras el terremoto. Toda la ayuda que venga del exterior debe ser coordinada por la Dirección de Protección Civil”, exigió el jefe del gobierno, al tiempo que llamó a sus conciudadanos a la “unidad nacional”.
(dw.com)