La manifestación convocada en el centro de Lima este martes contra el toque de queda decretado por el presidente de Perú, Pedro Castillo, derivó en el ataque a una sede del Poder Judicial y altercados violentos que provocaron heridos y destrozos en el centro de la capital.
La marcha pacífica que pedía el fin del toque de queda (ordenado para frenar un paro de transportistas) y de la gestión de Castillo acabó con la avenida Abancay, cerca del Parlamento, convertida en un campo de batalla que enfrentaba a manifestantes contra la Policía Nacional del Perú (PNP).
La presidenta de la Corte Suprema y del Poder Judicial del Perú, Elvia Barrios, confirmó en Canal N que las puertas de la Corte Superior de Justicia de la capital fueron destrozadas por parte de los manifestantes quienes también intentaron prender fuego a parte del mobiliario.
Tras destrozar la fachada de la institución judicial, esta fue saqueada y algunos asaltantes se llevaron ordenadores, material informático y documentos, según pudo comprobar la agencia EFE.
Durante la marcha, parte de los manifestantes intentaron llegar al Palacio de Gobierno, acceso bloqueado por la policía, lo que provocó los primeros momentos de tensión entre las dos partes que derivaron en lanzamientos de bombas de gas lacrimógeno por parte de los agentes, lo que fue respondido por el lanzamiento de piedras a la policía e incluso a la prensa.
Las fuerzas del orden no intervinieron en algunos de los altercados, como para apagar las hogueras e incendios de mobiliario urbano consumados por algunos manifestantes, sino que se acercaron, manos en alto, a pedir a los violentos que cesaran su actitud.
La Policía, cuya inacción fue evidente en algunos momentos, no tuvo éxito en sus intentos de diálogo y los manifestantes más violentos continuaron atacando edificios en la zona. El ministro del Interior, Alfonso Chávarry, informó en el canal estatal de televisión Perú TV que cuatro policías resultaron heridos tras los enfrentamientos con manifestantes y que fueron trasladados al hospital.
Además, rechazó los actos violentos de algunas personas que, según su versión, se infiltraron en las protestas en Lima. Tras vivir el crispado ambiente, la protesta pacífica se desplazó al lugar de origen, la plaza San Martín, donde miles de personas permanecieron hasta la noche y exigieron que Castillo termine su mandato.
Pero al final de la jornada, los asaltantes llegaron a la citada plaza y rompieron las lunas del Banco Continental de Perú, saquearon un supermercado y se llevaron botellas de licor.
Este es el primer saqueo en Lima en los ocho días que dura el paro de transporte, ya que durante la semana se registraron asaltos menores en otras regiones del país como Ica o Trujillo. También son los primeros actos violentos desde el inicio de la protesta que, hasta ahora, no había tenido prácticamente eco en la capital o en su vecina provincia de Callao.
Hasta este martes, el paro había provocado cortes puntuales y breves en carreteras alejadas de la capital, pese a lo cual, Castillo decidió poco antes de la medianoche de este lunes decretar el toque de queda en Lima y Callao.
(milenio.com)