Washington.- El presidente Barack Obama reprobó hoy el asesinato de tres estudiantes musulmanes a manos de un anglosajón ateo, pero sin condenarlo como un crimen de odio como lo ha pedido la comunidad islámica dentro y fuera de Estados Unidos.
En un comunicado difundido aquí por la Casa Blanca, el mandatario aludió a la investigación abierta por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en torno a lo que calificó como el “brutal y atroz” asesinato de los tres jóvenes estudiantes.
Obama dijo que en adición a la investigación de las autoridades locales “la FBI está tomando pasos para determinar si se violaron leyes federales”.
“Nadie en Estados Unidos debe ser blanco de ataques por ser quienes son, por su aspecto o su religión. Michelle y yo ofrecemos nuestras condolencias a los seres queridos de las víctimas”, agregó.
Los tres jóvenes, Deah Shaddy Barakat, de 23 años; su esposa Yusor Abu-Salha, de 21, y la hermana de ésta, Razan Abu-Salha, de 19, fueron asesinados por el vecino del matrimonio musulmán, identificado como Craig Stephen Hicks, de 46 años.
Hicks, quien se entregó a las autoridades después de los hechos en la comunidad de Chapel Hill, Carolina del Norte, ejecutó a los jóvenes con un disparo en la cabeza contra cada uno, aparentemente por una disputa sobre un espacio de estacionamiento.