Madrid.- El restablecimiento de relaciones con Estados Unidos ocurrió sin que en Cuba los cambios políticos hayan comenzado a darse, por lo cual la transición está lejos de empezar, afirmó hoy aquí la opositora cubana Rosa María Payá.
La hija del fallecido líder del Movimiento Cristiano de Liberación, Oswaldo Payá, explicó que su propuesta para la democratización de Cuba es la celebración de un plebiscito para que la ciudadanía participe y decida qué quiere para su país.
“La transición en Cuba no ha empezado, lo que hubo es un cambio de política de un gobierno extranjero, es una novedad después de tantos años, pero no se debe confundir porque hasta ahora ese cambio responde sólo a las demandas del gobierno cubano y no a la ciudadanía cubana”, refirió.
La promotora de la iniciativa “Cuba Decide” manifestó que “la inclusión ciudadana en los cambios no es real, los cubanos están excluidos porque el gobierno les niega los recursos”, como la posibilidad de saberse entender con un empresario que invierta en el país, algo que el Estado sí controla.
“La propuesta es que le pregunten a los cubanos si quieren participar en elecciones libres y plurales en un ambiente donde cualquiera pueda estar nominado, con acceso a medios y reconocimiento de partidos políticos, que puedan escoger”, indicó.
Aseguró que su propuesta no es una posición de espectro político, ya que “para ejercer este derecho están invitados todos, hasta quienes apoyan al régimen, porque ellos tampoco han elegido gobierno”.
“Esperamos que herramientas como ésta meterán al pueblo en un proceso y pondrían la soberanía donde debe estar, y que esto sea apoyados por fuerzas democráticas del mundo que hablan de incluir a Cuba, pero Cuba no es el grupo de poder, sino la ciudadanía cubana”, dijo.
Recordó que su padre dejó un programa de transición en el que participó mucha gente sobre diversas materias, desde educación hasta cuerpos policiales, pero el esfuerzo no tendrá que ser solo de la oposición sino de toda la ciudadanía y con el apoyo de la comunidad internacional.
Payá enfatizó que se trata de un proceso de “construcción de inclusiones”, una transición que lleve a elecciones libres que con la Constitución actual del país no se pueden realizar, y que aún no inicia porque los cubanos no pueden participar.
Destacó que en este momento hay varios peligros, ya que el régimen de 55 años de Cuba “suele poner reglas del juego, y veces son esas o no hay juego”, por lo que el riesgo es que “el hecho de conversar se vuelva más importante que el objetivo de las conversaciones”.
Abundó que eso principalmente estará en el diálogo que intentarán gobiernos de otros países, por lo que para evitar que se genere vulnerabilidad para quienes luchan por la libertad y democracia en la isla tiene que haber firmeza y promoción de acciones concretas.
“Se debe exigir detener la impunidad del gobierno, impulsarse la investigación de caso de mi padre, la libertad de presos políticos no con deportación porque el gobierno siempre puede producir presos para tener carta de cambio, fin de golpizas a Damas de Blanco y de la represión”, expuso Rosa María Payá.
Por ello, subrayó que se pone en manos de la comunidad internacional la oportunidad de apoyar el plebiscito, que no es partidista, que no es una posición ideológica, sino que es elemental ante la falta de derechos, “y que como mínimo se exija eso”.
“No queremos que nos solucionen el problema, sino que apoyen la solución que los mismos cubanos encontramos”, agregó.