Washington.- El presidente estadunidense Barack Obama condenó las manifestaciones en Baltimore y dijo que los responsables de las agresiones a policías, los saqueos de negocios, así como incendios de propiedades deben ser tratados como criminales.
“Esa no es una protesta. No son manifestaciones de ideas. Un puñado de personas se está aprovechando de la situación para sus propios propósitos y deben ser tratados como criminales”, indicó un molesto Obama al hacer su primer pronunciamiento sobre esa violenta jornada.
Este martes Baltimore mantenía una tensa calma, en medio de una fuerte presencia policiaca y varias manifestaciones pacíficas, luego de un saldo este lunes de 15 policías heridos, 27 arrestos, comercios saqueados e incendiados, junto con varios automóviles.
La violencia se desató el mismo día que se celebraron los funerales del joven afroamericano Freddy Gray, de 25 años, quién resultó herido en circunstancias que no han sido aclaradas mientras se encontraba bajo custodia policial.
Días después de su arresto, Gray murió en un hospital local por lesiones en la medula espinal que la policía no ha podido explicar hasta ahora en qué momento se produjo.
Obama dijo que el gobierno federal ha intervenido a través del Departamento de Justicia, que trabaja con autoridades locales para determinar que pasó en esta situación, mediante una investigación que dijo “deberá ser totalmente transparente”.
Cuestionado sobre estos hechos durante una conferencia de prensa conjunta con el Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, Obama insistió que no existe justificación de ningún tipo de violencia.
“Cuando personas armadas con barra de acero, empieza a saquear negocios, ellos no están protestando, ni expresando un punto de vista, están robando. Cuando queman edificios públicos están cometiendo un delito, y destruyendo negocios y robando oportunidades a personas en sus propias comunidades”, puntualizó.
El mandatario respaldó la actuación de la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake, quién declaró un toque de queda a partir de esta tarde, así como del gobernador de Maryland, Larry Hogan, quien activó la guardia nacional y declaró el estado de emergencia.
El mandatario no ocultó su malestar ante lo que consideró como una desmedida atención por parte de los medios de comunicación sobre los hechos del lunes, y algunas instancias en particular.
Dijo que esa violencia distrajo la atención de los hechos de días anteriores en que se produjeron manifestaciones pacíficas, encabezadas por líderes religiosos y comunitarios, enfocadas en preocupaciones legítimas de la comunidad afroamericana de Baltimore, que constituye el grueso de su población.
“Fueron (manifestaciones) constructivas, y honestamente tengo que decir que eso no tuvo mucha atención, pero sí vimos una y otra vez imágenes de un edificio siendo saqueado, y las imágenes de los miles que se manifestaron de manera correcta, se perdieron en la discusión”, precisó.