El incendio ocurrido este fin de semana en la Plataforma E-Ku A2, del Centro de Proceso Ku-A, perteneciente al Activo de Producción Ku-Maloob-Zaap, ubicada en la Sonda de Campeche de Pemex, que ha dejado como saldo una persona fallecida, seis más heridas y otras cinco desaparecidas, demuestra nuevamente la urgencia de cambiar de modelo energético, señaló la organización Greenpeace.
“Greenpeace México lamenta los hechos y se solidariza ampliamente con las familias de las víctimas y reitera que el modelo energético extractivista fósil, es la causa de este tipo de incidentes que no sólo ponen en riesgo la integridad física de las y los trabajadores, sino que tiene el potencial de generar graves daños ambientales”, dijo la organización, a través de un comunicado.
De acuerdo con la información compartida por Petróleos Mexicanos (Pemex), el accidente provocó la muerte de un trabajador de la empresa productiva del Estado, así como lesiones a otros tres y se atendió a otra persona con crisis nerviosa.
Adicionalmente, tres trabajadores de la compañía Cotemar resultaron heridos y tres más permanecen en calidad de desaparecidos, mientras que dos trabajadores de la empresa Bufete de Monitoreo de Condiciones e Integridad, también permanecen en calidad de desaparecidos.
“Desafortunadamente, éste tipo de incidentes no son una excepción, son frecuentes y tienen impactos graves en las y los trabajadores del sector, en las comunidades que habitan próximas a los proyectos energéticos onshore y a los ecosistemas donde están asentados. El modelo energético fósil sacrifica personas, ecosistemas, comunidades y generaciones enteras en nombre del desarrollo que beneficia a unos cuantos. Es urgente actuar con apego a la ciencia, pero sobre todo con apego a la justicia y transitar hacia un modelo energético climáticamente sustentable y socialmente justo”, dijo Pablo Ramírez, especialista en Energía y Cambio Climático de Greenpeace México.
Este es el segundo accidente grave ocurrido en las mismas instalaciones de Pemex en la sonda de Campeche en menos de dos meses; el 2 de julio pasado, un incendio debido a la falla de una válvula provocó, en esa ocasión, el llamado Ojo de Fuego.
Greenpeace México indicó que ha solicitado información detallada vía Derecho de Acceso a la Información para conocer, de primera mano y con datos oficiales, las razones del accidente, así como sus consecuencias medioambientales, pero hasta este momento “carecemos de información confiable y oficial de lo ocurrido y sus consecuencias”.
(milenio.com)