Trípoli.- Diplomáticos austriacos y checos viajan a Libia para buscar un contacto con una filial libia del Estado Islámico (EI), acusado de secuestrar el viernes pasado a nueve trabajadores extranjeros en un campo petrolero de al-Ghani, al sureste de Trípoli.
Los trabajadores extranjeros que fueron secuestrados son cuatro de Filipinas, uno de Austria, uno de la República Checa, uno de Bangladesh, otro de Ghana y uno más sin identificar, informó el portavoz del Ministerio austriaco de Relaciones Exteriores, Marin Weiss.
El grupo fue trasladado desde el campo petrolífero hacia el norte y “hasta ahora no hay señales de vida ni pruebas de muerte” de los secuestrados, según Weiss.
Los nueve extranjeros desaparecieron después de un ataque contra el campo de petróleo de al-Ghani, cerca de la ciudad libia de Zalla, durante el cual ocho guardias fueron decapitados, señaló el vocero del Ejército libio, Ahmed al-Mesmari, citado por el diario Libya Herald.
Indicó que el ejército no estaba en condiciones de confirmar el secuestro de los extranjeros, pero aseguró que un trabajador petrolero había muerto de un ataque al corazón después de presenciar la decapitación de los guardias.
El vocero militar advirtió que el objetivo a largo plazo del grupo afín al EI es apoderarse de la industria petrolera libia. “Este es el salvavidas del pueblo libio y una pérdida tendría consecuencias nefastas”, dijo.
Autoridades filipinas confirmaron que cuatro de sus ciudadanos fueron secuestrados durante el ataque del viernes, por lo que suman siete los desaparecidos en Libia, pues tres fueron secuestrados el pasado 3 de febrero en un yacimiento petrolero.
El vocero del Departamento de Asuntos Exteriores de Filipinas, Charles Jose, precisó que Manila colaboraba con la empresa austriaca VAOS Oil Service, el gobierno libio y las embajadas correspondientes.