Berlín.- El presidente francés, Francois Hollande, se sumó hoy a los actos que este año ha organizado Alemania para conmemorar el 70 aniversario del fin de la dictadura nazi y en memoria de los millones de víctimas asesinados en los campos de concentración.
Hollande participó en el “Día Nacional de la Memoria para la Deportación”, que se celebró en el campo de concentración de Natzweiler-Struthof, en la Alsacia francesa.
Natzweiler-Struthof fue el único campo de concentración nazi en suelo francés. En él fueron encarceladas entre 1941 y 1944 unas 52 mil personas, la mayoría presos políticos, coincidiendo con la ocupación nazi de Francia.
Horas antes, el presidente alemán, Joachim Gauck, también tomó parte en el homenaje rendido a las tropas aliadas que rescataron a Alemania del yugo nazi, en un evento para recordar el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Bergen-Belsen, en la región de Baja Sajonia.
Gauck agradeció a los militares británicos su labor durante la Segunda Guerra Mundial.
“Los soldados británicos eran embajadores de una cultura democrática que no tenía intención de vengarse del enemigo, sino de ayudar a que Alemania consiguiera de nuevo la dignidad humana y legal”, dijo ante los presentes, entre quienes estuvieron un centenar de sobrevivientes del campo de Bergen-Belsen.
El presidente alemán destacó que los alemanes cargaron una “deuda inconmensurable” con toda Europa entre 1933 y 1945. Lugares como Bergen-Belsen, Buchenwald o Dachau son símbolos de las atrocidades cometidas en ese tiempo.
“Esos años representan la inmensa catástrofe política, moral, cultural y humanitaria a la que el Tercer Reich condujo a los alemanes, al país y a la humanidad”, concluyó el presidente alemán.
Por su parte, el Ministro Presidente (Gobernador) de Baja Sajonia, Stephan Weil, afirmó que no se deben olvidar los crímenes nazis. “El asesinato, las muertes masivas y el genocidio no prescriben”, señaló el político alemán.
A Bergen-Belsen, un campo de concentración construido durante la Segunda Guerra Mundial, fueron deportados más de 200 mil prisioneros, entre ellos 20 mil prisioneros de guerra, en su mayoría soldados belgas, franceses y soviéticos.
Entre 1941 y 1945 más de 70 mil personas perdieron la vida en el Campo de Concentración de Bergen-Belsen, situado en el estado federado germanoccidental de Baja Sajonia. Entre ellas, figuran algunas víctimas del exterminio nazi mundialmente conocidas, como es el caso de Anna Frank.
La joven falleció a la edad de 15 años, al igual que su hermana Margot Frank, de 18 años, pocas semanas antes de la liberación de Bergen-Belsen debido a una epidemia de tifus en el interior de ese campo de concentración.
El 15 de abril de 1945, ese campo de concentración fue liberado por parte de tropas británicas de la 11 división blindada. Un año después, se creó el primer memorial para los judíos en sus instalaciones.
Al homenaje rendido en Alsacia a los millones de personas deportadas durante la Segunda Guerra Mundial, a este campo de concentración nazi también acudieron otras personalidades del ámbito político europeo, como los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk y el del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
Asimismo, fueron invitados representantes de la comunidad judía, de organizaciones gitanas, homosexuales e hijos y nietos de los ex prisioneros del campo de concentración situado a poco más de 50 kilómetros de la ciudad francesa de Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo.