Buenos Aires.- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, enfrentará este martes una nueva huelga nacional de varias decenas de gremios que reclaman la desaparición de impuestos a las ganancias, aumento para jubilados e informes certeros sobre inflación.
La medida de fuerza fue convocada por una veintena de sindicatos del transporte, que reclaman principalmente la desaparición del impuesto a las ganancias, pero luego se adhirieron otros gremios como el bancario.
El paro se realizará cuando faltan casi siete meses para las elecciones generales del 25 de octubre, de las que saldrá el sucesor de Fernández, quien entregará la banda presidencial el 10 de diciembre.
El impuesto a las ganancias es el tributo más criticado de los últimos años, aunque se aplica a quienes ganan más de 15 mil pesos mensuales (unos mil 200 dólares), posición en la que está sólo el 20 por ciento de los trabajadores.
La huelga, que comenzará a la medianoche de este lunes, interrumpirá por 24 horas el servicio en trenes, metro, aviones, autobuses urbanos y de larga distancia, transporte de carga y ferrocarriles.
También se paralizará la actividad portuaria y el comercio exterior, se reducirán al máximo los servicios bancarios, y no habrá recolección de basura ni suministro de combustibles.
La movilización es impulsada por los sindicatos opositores al gobierno concentrados en la Confederación General del Trabajo (CGT) que encabeza Hugo Moyano, exaliado de Fernández de Kirchner.
A ella se adhirieron la opositora Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), gremios magisteriales, de servicios de salud y de la alimentación.
En medio del clima de tensión política desatado por el paro, el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, denunciaron que la huelga tiene connotaciones meramente políticas, y no plantea demandas laborales.