Washington.- El reporte sobre la presencia de una persona armada que motivó el cierre de una instalación militar y una enorme movilización policiaca, resultó falso al no encontrarse rastros de esa intrusión o evidencia de disparos con arma de fuego, informaron hoy autoridades.
“No hay evidencia de disparos con arma de fuego; no hay evidencia de una persona armada o de víctimas”, dijo la alcalde Muriel Bowser a reporteros a las afueras de las instalaciones que albergan un antiguo astillero de la Marina de Estados Unidos que opera ahora como almacén y oficinas.
El complejo fue cerrado esta mañana en respuesta a reportes hecho por una empleada del lugar sobre la presencia de una persona armada en el interior, lo que desencadenó una movilización policiaca que tuvo repercusiones hasta en la Casa Blanca.
A pesar de que después de más de tres horas de búsqueda las autoridades no encontraron evidencia alguna que convalidara la alerta, la jefa de la policía capitalina Cathy Lanier desestimó que esta haya tenido adversas intenciones.
“Nosotros tomamos todas las llamadas con seriedad. Creemos que fue un mal entendido y no una falsa alarma”, dijo Lanier en conferencia de prensa junto con Bowser y el Almirante Dixon Smith, Comandante de esas instalaciones.
Smith indicó que las instalaciones serán reabiertas este mismo día, una vez que hayan concluido la inspección de la totalidad de ese amplio complejo.
La alerta en el llamado Depósito de la Marina, al sur de la ciudad, se produjo casi dos años después de la masacre en un edificio dentro de esas instalaciones en septiembre del 2013 a manos de un contratista militar, donde fueron asesinadas 12 personas.
También la alerta tuvo lugar en momentos de una creciente tensión ante la proximidad de los festejos con motivo del feriado del 4 de julio, y el temor de las autoridades sobre potenciales ataques terroristas.
Poco después de la movilización policiaca derivada de este reporte, la Casa Blanca fue acordonada por el Servicio Secreto, que impidió el tránsito de personas en sus inmediaciones, como medida de precaución.
En septiembre del 2013 esas instalaciones fueron escenario de una masacre a manos del contratista militar Aaron Alexis, de 36 años de edad, quien asesinó a 12 personas con un arma de fuego, antes de ser muerto por la policía militar.