Japón, Filipinas y Estados Unidos expresaron su “seria preocupación” por las acciones de China en el mar de China Meridional, afirmaron los gobernantes de las tres naciones tras un encuentro en Washington, sobre una disputa territorial cada vez más tensa.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, formalizó una alianza a tres bandas con los líderes de Japón, Fumio Kishida, y Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., con anuncios para una mayor cooperación en tecnología, infraestructuras y seguridad marítima, ante la creciente hegemonía de China en el Indopacífico.
“Expresamos nuestra seria preocupación por el peligroso y agresivo comportamiento de la República Popular China en el mar de China Meridional”, dijeron en una declaración conjunta los tres líderes.
Al comienzo del encuentro, Biden afirmó que el compromiso de defensa de Estados Unidos con Japón y Filipinas es “inquebrantable”.
Se trata de la primera cumbre de este tipo en la que estos tres países buscaban proyectar unidad con una comparecencia de los líderes ante la prensa en la Sala Este de la Casa Blanca, respaldados por sus asesores más cercanos y con las banderas nacionales de fondo.
El mandatario estadunidense avalaba así a sus aliados frente a la disputa soberanista de Pekín con Tokio por las islas Senkaku en el mar de China Oriental, y con Manila por varios atolones en el mar de China Meridional, conflictos motivados por recursos pesqueros, de gas y petróleo.
Ante las cámaras, Biden también reafirmó el compromiso de su país de defender a Filipinas ante “cualquier ataque” en el mar de China Meridional, ya sea contra sus buques o Fuerzas Armadas, en virtud del acuerdo de defensa mutua entre Manila y Washington de 1951.
Por su parte, Marcos Jr., quien acercó a su país a la órbita estadunidense tras el giro hacia China de su antecesor Rodrigo Duterte, expresó su deseo de que esta primera cumbre trilateral sea el “comienzo” de una mayor coordinación entre las tres naciones.
En tono similar se pronunció Kishida, quien reafirmó que esta cooperación multilateral entre diferentes países “es esencial para mantener y reforzar el orden mundial internacional y el derecho internacional”
(milenio.com)