El gobierno de Perú aseguró que ya informó a las autoridades mexicanas que la esposa del depuesto presidente Pedro Castillo, Lilia Ulcida Paredes Navarro, está siendo investigada como coautora del delito de organización criminal, por lo que Perú se reserva el derecho a solicitar su extradición, luego de que se informara que Paredes se encuentra asilada en la Embajada de México en Perú, junto a sus dos hijos.
Ante esta situación, la cancillería peruana aprovechó para asegurar que en ese país no existe una persecución política y que impera el Estado de Derecho, la separación de poderes y el respeto a la administración de la justicia.
“En el marco de sus competencias, el gobierno del Perú defenderá con la mayor firmeza el derecho que asiste al Estado, a través de los poderes correspondientes, de combatir la corrupción y de asegurar que los responsables sean juzgados con las garantías del debido proceso para evitar la impunidad”, explicó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El 7 de diciembre el presidente de Perú, Pedro Castillo, fue depuesto de su cargo por incapacidad moral a través de una moción del Congreso.
La Fiscalía de Perú investigaba a Castillo por una trama de corrupción dentro del gobierno, tras lo cual el mismo 7 de diciembre el entonces presidente intentó, sin éxito, disolver al Congreso para evitar su destitución, por lo que, además, ahora es investigado por rebelión.
El canciller Marcelo Ebrard informó este martes que “concedió asilo diplomático” a la familia del destituido ex presidente peruano y dijo que ellos ya se encontraban al interior de su embajada en Lima.
Ante esto, el gobierno peruano declaró “persona non grata” al embajador de ese país y le pidió irse al considerar que su gobierno se inmiscuyó en asuntos internos.
La decisión de Lima responde a “las reiteradas expresiones” de México “sobre la situación política del Perú, que constituyen injerencia en nuestros asuntos internos”, dijo el martes la canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi.
(milenio.com)