Una reunión masiva de jóvenes al aire libre con música y bebidas reunió a unas 40 mil personas en Barcelona y derivó en incidentes, con 20 detenciones y 43 heridos, 13 de ellos con arma blanca, en el primer fin de semana con apertura del ocio nocturno en Cataluña ante la mejoría de la pandemia.
El encuentro masivo, en la segunda noche de las fiestas locales de la capital catalana, también registró una “posible” agresión sexual, según informó este sábado el Ayuntamiento, cuyo portavoz reconoció que se pasó de “una situación de ocupación masiva del espacio a un problema de orden público”.
La “espiral de violencia” se saldó con un ataque a las fachadas del Palacio de Congresos, destrozos en dos vehículos no logotipados de la Guardia Urbana y en motos de alquiler, quema de contenedores y árboles, un intento de montar una barricada y lanzamiento de botellas.
Tanto la policía regional de Cataluña como la guardia urbana están planificando un dispositivo para evitar que los incidentes se vuelvan a reproducir esta noche.
Los llamados “botellones” son frecuentes en las noches de los fines de semana en toda España, pero llama la atención la violencia que se está produciendo últimamente en algunos de ellos cuando las fuerzas de seguridad tratan de ponerle freno.
Estas reuniones, prohibidas por la mayoría de ayuntamientos, fueron tradicionalmente toleradas, pero durante la pandemia de coronavirus los agentes han tratado de que no se hicieran de manera masiva.
Es el caso también de Madrid, donde el pasado fin de semana se reunieron 25 mil jóvenes en el Campus de la Universidad Complutense, pero la actuación de las fuerzas de seguridad y la lluvia contribuyeron a que la pasada noche no se repitiera.
Además, la apertura de la vida nocturna en la capital, como en otras muchas ciudades españolas a partir de este fin de semana, también contribuyó a aliviar “la presión en las calles”, según indicaron a Efe fuentes policiales.
(milenio.com)