A pesar del deseo de millones de personas por recibir alguna vacuna contra covid-19 para poder reanudar paulatinamente sus actividades, existe un sector alrededor del mundo que rechaza recibir algún biológico, ya sea para evitar enfermedad grave del coronavirus o cualquier otra.
En Concord, New Hampshire, Estados Unidos, sorprende ver a algunos asistentes a una gran protesta antivacunas vistiendo uniformes de hospital, relata El Tiempo, quienes prefieren perder su empleo antes de ser inmunizados.
Leah Cushman es una de estas personas y está dispuesta a perder su trabajo de enfermera por no vacunarse contra el covid, a pesar que el sector salud es uno de los más vulnerables a contagiarse derivado de su labor.
“Mis creencias son religiosas. El creador me dotó de un sistema inmunológico que me protege, y si me enfermo, es un acto de Dios. No tomaría un medicamento que afecte al sistema inmunológico”, declaró a la BBC y retomado por El Tiempo.
Leah Cushman, quien además de ser enfermera es representante estatal del Partido Republicano, dice que su postura también tiene que ver con los “derechos soberanos de los profesionales médicos sobre nuestros cuerpos”.
De acuerdo a El Tiempo, Kahseim Outlaw perdió su trabajo en Wallingford, Connecticut por no vacunarse contra el covid-19. “No utilizo ningún tipo de ingredientes sintéticos en mi vida, ya sea con fines medicinales, suplementarios o alimenticios. Entonces, la idea de vacunarme es algo que va directamente en contra de la forma en que vivo mi vida”, expuso a la BBC.
Los departamentos de policía de todo Estados Unidos que están exigiendo a sus agentes vacunarse contra el covid-19 se están topando con focos de resistencia que, según temen algunos, podrían dejar a las fuerzas del orden sin recursos y socavar la seguridad pública.
Algunos gremios policiales y agentes se han resistido entablando demandas judiciales para bloquear los mandatos de vacunación. En Chicago, el jefe del sindicato de la policía pidió a sus miembros que desafiaran el plazo del viernes, por el cual debían notificar a sus superiores sobre su estado de vacunación contra el covid-19.
Cientos de policías en San Diego dijeron que sopesarían renunciar en lugar de cumplir con un mandato de vacunación.
La resistencia está aumentando a pesar de que muchos policías han sido afectados duramente por la pandemia de covid-19. Más de 460 agentes de la ley han muerto a causa del virus, según el sitio Officer Down Memorial Page, que rastrea las muertes en el cumplimiento del deber.
El 9 de septiembre de este año, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció la vacunación obligatoria contra covid-19 de todos los empleados del gobierno federal de ese país, un total de 2.1 millones de personas.
La cantidad de muertos en Estados Unidos por covid-19 asciende a 724 mil 153 personas con 44 millones 916 mil 462 contagios. El sábado 16 de octubre, dicho país sumó 486 nuevas defunciones.
(milenio.com)