Las autoridades brasileñas anunciaron este sábado la muerte de una profesora herida ayer por un joven que invadió a tiros dos escuelas en el sureste del país, con lo que sube a cuatro el balance de fallecidos por la tragedia.
A media mañana del viernes, un ex alumno de 16 años, portando símbolos nazis, irrumpió y abrió fuego en dos escuelas en Aracruz, un municipio costero en el estado de Espíritu Santo, unos 600 kilómetros al noreste de Rio de Janeiro.
Tres personas murieron y otras 11 resultaron heridas, según el primer balance dado entonces por las autoridades.
“Lamentablemente la tragedia de Aracruz todavía no llegó a su fin. Con profundo pesar confirmamos el fallecimiento de otra víctima, la profesora Flavia Amboss Merçon”, tuiteó el sábado el gobernador de Espírito Santo, Renato Casagrande.
Las autoridades habían informado el viernes que tres profesores y un estudiante cuya edad no fue revelada permanecían en estado grave. El sábado no habían dado un nuevo balance de los heridos.
El atacante, hijo de un policía, enfrentará cargos de homicidio y tentativa de homicidio calificado, informó la policía de Espíritu Santo. Detenido en su casa poco después de los ataques, fue llevado a un centro estatal para adolescentes, indicó el cuerpo policial.
Este sábado, familiares velaban a las otras tres personas fallecidas, incluyendo una niña de 12 años, según medios locales.
“Mi hija siempre fue luz y amor. Yo perdí a mi hija por el odio”, dijo al canal Globonews la madre de la adolescente, Thais Sagrillo.
El ataque fue el duodécimo tiroteo en una escuela en Brasil desde 2002, según un levantamiento del Instituto Sou da Paz.
Con la cara cubierta y una cruz esvástica en su vestimenta de camuflaje, el joven invadió la Escola Primo Bitti, un centro de educación primaria y secundaria público, del que fue transferido en junio, según los investigadores.
Imágenes de un video de las cámaras de seguridad lo muestran dando algunos disparos, sin detener su marcha.
Luego, se desplazó al cercano Centro Educacional Praia de Coqueiral, un centro privado de educación maternal hasta secundaria, donde asesinó a la adolescente.
Las dos armas que utilizó en el ataque pertenecen a su padre, un policía, y una de ellas era su arma de servicio, precisaron el viernes las autoridades, que investigan si el joven, que estaba bajo “tratamiento psiquiátrico”, tiene vínculos con grupos extremistas.
(milenio.com)