Las principales autoridades religiosas cristianas y musulmanas del Líbano oficiaron este miércoles (04.08.2021) una ceremonia interreligiosa para rendir homenaje a las víctimas de la explosión de hace un año en el puerto de Beirut, una tragedia que se saldó con más de 200 muertos y dejó la ciudad parcialmente en ruinas.
La ceremonia, celebrada dentro del puerto de Beirut, fue presidida por las principales autoridades musulmanas, así como por el patriarca de la Iglesia cristiana maronita libanesa, el cardenal Bechara Rai. Más de un centenar de personas acudieron al evento, incluidas las familias de las víctimas, que fueron trasladadas en autobuses hasta el puerto, donde se instaló un escenario y sillas de plástico para acoger a los feligreses.
Mientras tanto, miles de libaneses confluían hacia el centro de Beirut, descontentos por la impunidad de los responsables políticos ante la tragedia. Al menos seis personas fueron hospitalizadas y decenas tuvieron que ser atendidas cerca del Parlamento libanés tras registrarse choques con la policía. Algunos manifestantes intentaron cruzar la alambrada exterior del edificio y lanzaron piedras a los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos.
Ayuda internacional, no sin críticas
El presidente libanés, Michel Aoun, pidió al inicio de una conferencia de donantes en línea impulsada por Francia apoyo internacional. “El Líbano cuenta con ustedes, no lo dejen caer”, rogó a los participantes del encuentro en el que Francia prometió 100 millones de euros en ayuda humanitaria, Alemania otros 40 y Estados Unidos casi 100 millones de dólares (unos 84 millones de euros).
“Pero ninguna ayuda será suficiente si los propios dirigentes libaneses no se comprometen a hacer el duro trabajo necesario para reformar la economía y combatir la corrupción. Es esencial y debe empezar ya”, concluyó el mandatario estadounidense, Joe Biden.
“La crisis que atraviesa el Líbano no es un accidente. Es fruto de errores individuales y colectivos y de fallos injustificables. Los dirigentes libaneses parecen haber apostado por que la situación se pudra. Es un error histórico y moral”, había dicho en su apertura el presidente francés, Emmanuel Macron. Para Alemania, la falta de avances ante el empeoramiento de la economía nacional es irresponsable: “La gente ya no sabe cómo alimentar a sus familias”, señaló por su parte en un comunicado el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas.
(dw.com)