El Cairo.- Egipto celebra este martes el segundo aniversario de las protestas que llevaron al derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi, un día después de que un atentado mató al fiscal general de Egipto.
Cuando Mursi completó un año en el poder, tras la caída del régimen de Hosni Mubarak en 2012, surgieron numerosas protestas a nivel nacional con el objetivo de forzar al presidente electo y al grupo que lo apoyaba, los Hermanos Musulmanes, a abandonar el poder.
Las autoridades han declarado 30 de junio una fiesta nacional para conmemorar el segundo aniversario de las protestas callejeras masivas que llevaron al derrocamiento del presidente Mursi a manos del ejército.
Una de las fundadoras del movimiento Tamarod, que encabezó las protestas y organizó una campaña de petición exigiendo la renuncia de Mursi, comentó al canal árabe de noticias Al Arabiya que van a celebrar lo que llamó “la mayor revolución en el mundo”.
Miles de manifestantes se reunieron en la Plaza de la Liberación en el centro de El Cairo, para exigir la renuncia inmediata del presidente Mursi, debido al malestar económico y social.
Pero las celebraciones podrían verse empañadas por el atentado contra el fiscal Hisham Barakat, que ayer murió en un hospital tras resultar herido por un atentado con coche bomba, que también hirió a varios de sus guardaespaldas.
Barakat ha sido el responsable de llevar a miles de islamistas a juicio tras el derrocamiento de Mursi, incluidos los principales líderes de los Hermanos Musulmanes.
La ofensiva contra los islamistas también ha provocado la intensificación de los ataques de los insurgentes en la península del Sinaí, en el norte de Egipto.
Egipto ha desplegado numerosas fuerzas de seguridad de El Cairo en medio de los preparativos para el entierro del fiscal general del país, el primer asesinato de un alto funcionario egipcio en casi 25 años.
El cuerpo de Hisham Barakat fue llevado este martes del hospital a una mezquita en el suburbio oriental de Heliópolis para las oraciones del mediodía.
Vehículos blindados fueron colocados por toda la ciudad. En el hospital de Heliópolis, dolientes llegaron para expresar sus condolencias a la viuda de Barakat.