París.- La Asamblea Nacional de Francia rechazó hoy una moción de censura presentada por la oposición conservadora contra el gobierno socialista del presidente Francois Hollande.
La moción presentada por la Unión por un Movimiento Popular (UMP) -formación conservadora que lidera el ex presidente Nicolas Sarkozy- obtuvo sólo 234 votos de los 289 que precisaba para salir aprobada.
Votaron a favor los diputados de la UMP, varios legisladores centristas, así como seis comunistas, una ecologista y dos del ultraderechista Frente Nacional (FN).
Sin embargo, la moción fue rechazada por los votos de los diputados del Partido Socialista Francés (PSF), en el poder, y otros legisladores de izquierda que tienen una mayoría en la cámara baja del Parlamento francés.
La moción fue presentada por la UMP, luego que el gobernante Partido Socialista no lograra el apoyo suficiente el martes pasado para aprobar la denominada “Ley Macron”, una reforma estructural del sistema laboral y de comercio en Francia, que lleva el apellido del ministro de Economía, Emmanuel Macron.
El ejecutivo se vio obligado a aprobar por decreto la ley, que fue rechazada incluso por una parte de sus propios diputados socialistas, que se oponen a una de las cláusulas de la norma, que abre la posibilidad de que las tiendas sean abiertas en domingo en Francia.
La situación provocó una crisis en el gobierno al mostrar que el Ejecutivo no tenía votos suficientes en el Parlamento para aprobar una ley.
El contexto fue aprovechado por la UMP, que el martes pasado anunció la convocatoria de la moción de censura.
Si la moción hubiera sido aprobada el gobierno socialista habría caído y se habría tenido que adelantar la convocatoria de elecciones legislativas en Francia y la formación de un nuevo gobierno.
En una intervención ante la Asamblea Nacional previa a la votación de este jueves, el primer ministro francés Manuel Valls defendió la ley y afirmó que el gobierno la hizo porque su “primera responsabilidad es hacer avanzar nuestro país y reformarlo”.
Valls señaló que el gobierno que preside Francois Hollande continuará su política de reformas en Francia pese a las dificultades que algunas encuentran en el Parlamento galo.