El alcalde de la sitiada ciudad portuaria de Mariúpol calculó el miércoles que 5 mil civiles han perdido la vida en la localidad, mientras que Ucrania seguía recolectando evidencia de atrocidades rusas a las afueras de Kiev y se preparaba para lo que podría convertirse en una batalla crucial por el control del este del país.
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, dijo que de los más de 5 mil civiles que han muerto luego de varias semanas de ofensiva rusa, 210 eran niños. Aseguró que las fuerzas rusas atacaron hospitales, incluyendo uno en donde 50 personas murieron quemadas.
Boichenko indicó que más del 90 por ciento de la infraestructura de la ciudad ha sido destruida. Los devastadores ataques contra el puerto estratégico ubicado en el Mar de Azov han dejado a la ciudad sin suministro de agua, comida, combustible y medicamentos, además de que residencias y comercios han quedado destrozados.
Funcionarios de Defensa del Reino Unido aseguraron que 160 mil personas siguen atrapadas en la ciudad, que antes de la guerra tenía 430 mil habitantes. Una caravana de ayuda humanitaria acompañada por la Cruz Roja ha intentado sin éxito ingresar en la ciudad desde el viernes.
Tomar el control de la ciudad le permitiría a Rusia crear un corredor terrestre continuo hacia la península de Crimea, que Rusia se anexó de Ucrania en 2014. El Kremlin ha insistido en que sus tropas no cometieron crímenes de guerra, asegurando que las imágenes de Bucha son un montaje por parte de los ucranianos.
Luego de que sus intentos de tomar rápidamente el control de la capital se vieron frustrados, un número creciente de soldados rusos y mercenarios se han ido desplegando hacia el Donbás, según varios reportes.
Según las autoridades ucranianas, se han descubierto los cuerpos de al menos 410 civiles en distintos poblados cercanos a Kiev; en Bucha contaron decenas de cadáveres con ropas de civil y entrevistaron a ucranianos que dijeron ser testigos de las atrocidades.
Las autoridades ucranianas seguían recogiendo cuerpos de los destruidos suburbios de la capital en medio de reveladores indicios de que los soldados rusos asesinaron indiscriminadamente a civiles antes de replegarse en los últimos días. En otros frentes, Estados Unidos y sus aliados occidentales se preparaban para imponer nuevas sanciones sobre el Kremlin por lo que catalogaron como crímenes de guerra.
(milenio.com)