Ottawa.- Canadá tiene “altas posibilidades” de un ataque de yihadistas desde dentro de su territorio, advirtió hoy el ministro de Defensa, Jason Kenney, al participar en una conferencia sobre Defensa y Seguridad en esta capital.
El ministro defendió la iniciativa de ley propuesta por el primer ministro Stephen Harper para ampliar las atribuciones de la Agencia de Servicios de Inteligencia de Canadá (CSIS) y poder detener a los terroristas dentro de Canadá.
Asimismo, dejó entrever que el gobierno canadiense extendería su misión militar en el norte de Irak contra las fuerzas del llamado Estado Islámico (EI), programada para terminar a principios de abril.
“El riesgo de una guerra convencional ha sido reemplazado por un creciente y peligroso terrorismo”, dijo Kenney al hablar ante expertos en seguridad nacional, reunidos aquí en una conferencia de dos días.
Recordó los casos de los recientes ataques terroristas en París, Ottawa y Copenhague para abogar en favor de la propuesta de ley antiterrorista C-51, que está siendo debatida en la Cámara de los Comunes de Ottawa.
La iniciativa es rechazada por la principal fuerza de oposición, el NDP, por considerarla que viola las libertades individuales y el derecho a la libre expresión.
Al respecto, Kenney consideró que estas apreciaciones son “exageradas” e insistió en que las nuevas atribuciones que se busca otorgar a la CSIS son necesarias para detener la creciente ola de terror dentro de Canadá.
“Esta es una amenaza mutante por lo que no podemos tener una política permanente, debemos ser flexibles”, acotó.
En octubre pasado dos soldados canadienses fueron muertos por canadienses “radicalizados” en Quebec y Ottawa en menos de 48 horas, lo cual cimbró al país y sentó un precedente de la vulnerabilidad nacional.
“Canadienses están siendo matados por canadienses en el nombre de una ideología de odio”, recalcó el ministro de Defensa.