La Cámara Baja del estado de Oklahoma, en Estados Unidos, aprobó este martes un proyecto de ley que prohíbe el aborto en todos los casos excepto en los que la vida de la madre esté en riesgo, que si entrara en vigor se convertiría en la legislación más restrictiva de Estados Unidos.
El texto, avalado con 79 votos a favor y 19 en contra, tiene que ser aprobado ahora por el Senado de Oklahoma y luego promulgado por el gobernador del estado, el republicano Kevin Stitt, quien se ha expresado a favor de restringir el derecho al aborto.
La propuesta de Oklahoma prohíbe que un médico realice un aborto en cualquier momento del embarazo a no ser que sea para “salvar la vida” de la embarazada. Además, permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición, y ofrece recompensas de hasta 10 mil dólares al demandante si gana el juicio.
Tras la aprobación, la ONG Unión de Libertades Civiles (ACLU) lamentó que se trata de “un momento oscuro para el derecho de las mujeres de Oklahoma a decidir sobre su cuerpo y su futuro”.
“Nadie debería tener que abandonar su estado de origen para obtener la atención que necesita. Para muchas, viajar a otro estado no será una opción, obligándolas a continuar con sus embarazos en contra de su voluntad”, remarcó ACLU.
El aborto ha sido legal en Estados Unidos desde que en 1973 el Supremo del país dictaminara que el Estado no tiene derecho a intervenir en la decisión de la mujer sobre su embarazo, pero varios estados de tendencia conservadora han impuesto restricciones durante las últimas dos décadas.
Todo apunta a que la mayoría conservadora en el Tribunal Supremo de Estados Unidos restringirá el derecho a abortar en el país en junio o julio, cuando decidirá sobre otra ley de Misisipi que limitaría el aborto a partir de las 15 semanas y que también contradice, por tanto, el precedente de 1973.
Si eso ocurre, se espera que 26 estados de tendencia conservadora restrinjan el aborto, lo que dejará en limbo a millones de pacientes en Estados Unidos, donde la mayoría de las mujeres que tratan de abortar son pobres y en muchos casos no pueden permitirse viajar a otros estados.
Hasta ahora, la ley más restrictiva la tiene Texas, vecino de Oklahoma, donde se prohíbe el aborto en cuanto se detecte actividad cardíaca fetal, alrededor de las seis semanas de gestación.
(milenio.com)