El gobierno australiano anunció el viernes (20.09.2021) que extenderá nuevamente y por un mes el confinamiento de Sídney, ante el incremento de casos de COVID-19 en la ciudad más poblada del país oceánico, debido a la irrupción de la variante delta a mediados de año.
Australia, que suele aplicar confinamientos estrictos por el COVID-19, sigue registrando centenares de casos diarios a pesar del largo confinamiento de Sídney, que comenzó el 26 de junio e iba a terminar el 27 de agosto.
Este viernes, Nueva Gales del Sur registró 644 infecciones locales y cuatro fallecidos, la mayoría de ellos en el suroeste y oeste de Sídney, en donde doce municipios estarán sujetos desde el lunes a un toque de queda nocturno y un límite de ejercicios al aire libre de una hora.
La jefa de gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, anunció hoy en rueda de prensa en Sídney que la Policía “tendrá poderes adicionales para mantener el cumplimiento” de las medidas de restricción, que incluyen ordenar a las personas a aislarse en sus domicilios.
Por su lado, el vecino estado de Victoria reportó este viernes 55 contagios locales con COVID-19, la mayoría en la ciudad de Melbourne, confinada por sexta vez hasta el 2 de septiembre, al igual que el Territorio de la Capital Australiana, que abarca a Camberra, por brotes con la variante delta.
En los otros estados o territorios se han impuesto medidas de restricción, principalmente a los desplazamientos domésticos para evitar la entrada del COVID-19 desde los focos de contagio.
Australia, que ha vacunado a un 25 por ciento de su población mayor de 16 años con la pauta completa, acumula más de 42.000 contagios de COVID-19, que incluye a 975 fallecidos, desde el inicio de la pandemia.
El gobierno australiano espera vacunar a un 70 y 80 por ciento de su población mayor de 12 años de un total de 25 millones de habitantes para evitar los confinamientos y reabrir sus fronteras internacionales, las cuales cerró en marzo de 2020.
(dw.com)