El gobierno de Argentina anunció este martes la eliminación de subsidios en las facturas de los servicios de gas, electricidad y agua, en línea con las necesidades de ordenamiento fiscal que requiere el país, que se aplicará en forma escalonada y según los niveles de ingreso y consumo.
El ahorro fiscal para 2022 en materia de energía eléctrica y gas será de 47 mil 500 millones de pesos (unos 163.2 millones de dólares “blue”, el cambio no oficial), que anualizado se estimó en 455 mil millones de pesos (mil 529 millones de dólares “blue”), según indicó la secretaria de Energía, Flavia Royón, en rueda de prensa.
En tanto, el ahorro que logra el fisco por la eliminación del subsidio en la factura de agua será de 2 mil millones de pesos en 2022 (6 mil 872 millones de dólares) y de 45 mil millones de pesos (154.6 millones de dólares) en 2023, según indicó la titular de Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), Malena Galmarini.
El secretario de Hacienda, Raúl Rigo, indicó que para 2023 se puede esperar un impacto del 0.4 a 0.5 por ciento del PIB, que será “un aporte crucial para la política de ordenamiento de las cuentas públicas”, que se reduce a un tercio para 2022 porque los aumentos tarifarios sólo se aplicarán en noviembre y diciembre próximos. La medida también apunta a “concientizar que la energía es un recurso que debemos cuidar”, dijo Royón.
Una “auditoría” de los programas sociales en Argentina
Argentina mantiene las tarifas subsidiadas de energía y agua, lo que deriva en un costo fiscal que, en un país sin acceso al financiamiento externo y acotado financiamiento local, termina solventandose con emisión monetaria generando inflación, hoy del 71 por nivel interanual y develado hace unos días.
Argentina había acordado con el Fondo Monetario Internacional reducir los subsidios estatales a la energía 0.6 por ciento del PIB en 2022 para mejorar la composición del gasto público. Además, el pago de ayudas estatales no alcanza sólo a los pobres porque, según indicó Royón, la mitad de la población con mayores ingresos recibe el 60 por ciento de los subsidios.
Para implementar la anulación de subsidios, el gobierno argentino habilitó un formulario para que la población demuestre que los necesita. Se han anotado 8.8 millones de usuarios de energía eléctrica, en tanto unos 4 millones de usuarios no han solicitado los subsidios.
Ajustes en las tarifas de electricidad, gas y agua
Argentina cuenta con más de 680 distribuidoras de electricidad de todos los tamaños, lo que hace que haya mucha disparidad tarifaria. Según se anunció, a los usuarios del nivel 1, de altos ingresos, se les retirará el total del subsidio en la factura de energía eléctrica y a los usuarios de nivel 2, de bajos ingresos, no se les modificará la factura.
A los usuarios del nivel 3, la clase media, se subsidiará hasta los 400 kilowatts por hora (kWh) mensual y el consumo por encima de ese nivel perderá el subsidio. En tanto, los usuarios no residenciales seguirán el mismo esquema que el segmento 1. Según indicaron los funcionarios, el 85 por ciento de los argentinos consume menos de 400 kWh y el promedio es menor a 300 kWh.
Para la distribución de gas por redes, existen diez prestadoras que abastecen a 9.3 millones de usuarios, en tanto en cada distribuidora existen ocho categorías de usuarios residenciales y cada categoría tiene rangos de consumo.
Al nivel 1, de usuarios de más ingresos (2.9 por ciento del total) y no inscriptos para el subsidio (38.1 por ciento), se le quitará el subsidio gradualmente en tres bimestres: para los consumos de agosto, octubre y diciembre. El nivel 2, de bajos ingresos, (31 por ciento del total) no sufrirá incrementos tarifarios.
Al nivel 3, de clase media, (28 por ciento del total), se subsidiará el volumen equivalente al 70 por ciento del promedio entre los umbrales mínimos y máximos de cada categoría para cada zona tarifaria. Al 30 por ciento por encima de ese tope, se le quitará el subsidio escalonadamente por bimestre, a pagar en septiembre, noviembre y enero próximos.
El consumo total promedio nacional es de 97 metros cúbicos por mes, según se informó, en tanto la cantidad de gas demandada por los hogares se encuentra relacionada con las condiciones climáticas. Así, en zonas de bajas temperaturas como la región patagónica, el consumo de gas duplica el de las regiones templadas.
AYSA provee agua potable y desagües cloacales a un área de más de 14 millones de habitantes, sin ningún tope, los cuales pagan apenas el 36 por ciento del costo y el 64 por ciento restante se subsidia.
Los usuarios del nivel alto (14 por ciento de los casos) dejarán de percibir el subsidio desde noviembre próximo. El nivel medio (27 por ciento de los casos) mantendrá un 40 % del subsidio en noviembre próximo, un 20 por ciento en enero de 2023 y se le quitará desde marzo siguiente.
El nivel medio bajo (47 por ciento del total) mantendrá el 45 por ciento del subsidio en noviembre, el 30 por ciento en enero, el 15 por ciento desde marzo próximo. Y los usuarios que reciben la tarifa social (7 por ciento) no sufrirán ningún cambio.
El 9 por ciento de usuarios no residenciales mantendrá el 40 por ciento del subsidio en noviembre, baja al 20 por ciento en enero próximo y se elimina desde marzo siguiente. En Argentina se consumen 325 litros por día por persona, que asciende a mil 300 litros por familia, ubicándose detrás de Venezuela entre los países que más consumen.
(milenio.com)