>Ya se esperaba una guerra de encuestas, lo que no estaba en el scrip es que la guerra ¡la desatara el mismo Presidente de la República!
Un empresario presente en la reunión que Felipe Calderón sostuvo con 700 consejeros de Banamex, declaró que el Presidente les informó que la ventaja de Enrique Peña Nieto sobre Josefina Vázquez Mota, se había reducido tan solo a cuatro puntos “de acuerdo con las encuestas de la Presidencia’’.
Dicho sea de paso, las encuestas que ordenaba la Presidencia –por no decir que el Presidente-, siempre fueron tomadas como la Biblia.
En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el encuestador Ulises Beltrán tenía rango casi de secretario de Estado.
El asunto es que Calderón desató una crisis que no terminará hasta el 1º. de diciembre, cuando el nuevo Presidente rinda protesta ante el Congreso.
Y es que el caso tiene como antecedente el accidentado proceso electoral del 2006, cuando el Presidente tuvo que rendir protesta en el Congreso luego de ingresar por la puerta de atrás.
Todo, porque el PRD, que acusó a Vicente Fox de haber inclinado la balanza a favor de Calderón, quiso cobrarse a lo chino.
Días antes, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en la calificación de la elección, reconoció que el Ejecutivo si tuvo injerencia en el proceso al que “había puesto en riesgo’’.
Con ese antecedente, y como están polarizadas las causas y cosas, cualquier gesto, seña, guiño, palabra, acción y hasta omisión serán utilizados para denunciar “la injerencia del Ejecutivo’’ en la elección.
Calderón no tiene que ser vocero de Vázquez Mota; si la encuesta presidencial es real, es lo que más le sobrarán a la candidata.
Si, un resbalón, pero bastante costoso.
>El gobernador del Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, decidió “escombrar’’ a la Procuraduría General de Justicia del Estado, presa de cualquier cantidad de intereses ajenos y opuestos totalmente a la impartición de justicia.
Ese ya ha traído costos para los funcionarios que han decidido jugársela con el gobernador, como es el caso de un subprocurador al que le fueron asesinados, hace dos días, dos escoltas como un “aviso’’.
Ojalá que Aguirre Rivero no se eche para atrás; los guerrerenses no lo merecen.
>Más rápido que el rayo el secretario de Gobernación Alejandro Poiré, respondió al reclamo que le hizo el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, en demanda del apoyo federal a Nuevo León por la crisis carcelaria.
Poiré le recordó a Joaquín Coldwell que apenas en diciembre pasado se firmó la extensión del convenio de colaboración con el gobierno estatal mediante el cual se amplió la presencia de militares y de policías federales en el estado.
Lo cierto es que el reclamo de Joaquín Coldwell más bien pareció ser un distractor porque curiosamente el gobierno deRodrigo Medina, no salió a defender la contratación del director de la cárcel de Apodaca, presunto socio de los zetas y que fue corrido del DF por sospechas de corrupción.