El más aterrorizado ayer por los hechos de violencia registrados en la zona conurbada de Guadalajara, Jalisco, fue el gobernador piadoso Emilio González Márquez.
La capital del estado sufrió, por primera vez, la amarga experiencia de los narcobloqueos, además de los acostumbrados granadazos y tiroteos entre las fuerzas de seguridad y las bandas del crimen organizado.
El terror que experimentó Emilio González tiene que ver con la imagen de su estado, sede los próximos Juegos Panamericanos, a celebrarse en octubre próximo.
Ya algunas delegaciones habían expresado su temor por la inseguridad en el estado, pero el asunto se había superado.
Tan así, el gobernador de Jalisco le apostó buena parte de su capital político al éxito de los Panamericanos, que también le serviría como plataforma para sus fantasías, perdón, aspiraciones presidenciales.
No hay Juegos, no hay ni precandidatura.
Auténticamente de risa la sanción “precautoria’’ que impuso el Instituto Electoral de Guanajuato al secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, por realizar presuntos actos anticipados de campaña.
En diciembre pasado, las dirigencias locales del PRD y el PRI, interpusieron una queja por “actos anticipados de campaña’’ en contra de Córdova y de Luis Alberto Villarreal, el diputado federal Javier Usabiaga Arroyo; el alcalde de León, Ricardo Sheffield Padilla; el secretario de Desarrollo Social y Humano Miguel Márquez Márquez y el ex Secretario de Gobierno, Gerardo Mosqueda.
Los guardianes de la democracia guanajuatense determinaron que todos había cometido el pecado de actos anticipados de campaña por lo que les impuso una sanción de risa:
“Abstenerse de realizar actos y actividades que tengan por objeto influir en la decisión de aquellos que integran el universo de votantes que eligen o designan a los candidatos a cargos de elección popular o de la ciudadanía en general”, establece el resolutivo.
Pero fueron aún más lejos; a Córdova Villalobos, Villarreal, Usabiaga y Sheffield, quienes integran el bloque calderonista en Guanajuato, opositor al yunquismo que gobierna, se les prohibió gestionar, contratar o difundir la realización de encuestas en las que se mide la preferencia electoral. ¡Órale! Nomás les faltó impedirles visitar el estado o respirar cuando lo visiten.
En la decisión de estos “tribunos’’ hay gato encerrado.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no tiene obstáculos legales ya que le impida resolver la impugnación de la elección a gobernador en el estado de Hidalgo, toda vez que el Instituto Electoral hidalguense resolvió la última queja que tenía pendiente, el martes por la noche.
La queja pendiente de resolver fue presentada por la coalición PAN-PRD que impugnó un presunto acto anticipado de campaña en la toma de protesta de Francisco Olvera como candidato de la coalición Unidos Contigo (PRI, PVEM, Panal) acto realizado en la Plaza de Toros, de la ciudad de Pachuca.
Si la resolución del Instituto Electoral de Hidalgo no es impugnada ante el Tribunal Electoral del estatal, la Sala Superior del TEPJF tendrá que resolver a la brevedad la impugnación de la elección de gobernador.