Siguiendo el ejemplo del mexiquense Enrique Peña Nieto, el gobernador de Nayarit Ney González, también se cortó el brazo derecho y dio su aval a un candidato a la gubernatura que no era el suyo.
Hoy se registrará como precandidato único a la gubernatura de Nayarit el alcalde de Tepic con licencia, Roberto Sandoval, que no era el favorito del gobernador pero que figuraba como el preferido de los nayaritas.
Ney González, en un acto de lógica política, se inclinó no por quién el más quería sino por quién le garantiza mejores posibilidades de ganar la elección, lo que sin duda es un parteaguas aprendido después de los descalabros que sufrió el PRI en Sinaloa, Puebla y Oaxaca.
Sandoval tendrá 12 días para hacer precampaña y después será oficialmente el candidato del PRI que deberá enfrentar a un contendiente surgido de la alianza –si es que oficialmente se conforma- que tienen ya de palabra el PRD y el PAN y cuya cabeza más visible es el ex presidente del perredismo, Guadalupe Acosta Naranjo.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobreseyó, rechazó pues, la solicitud de amparo promovida por un grupo de intelectuales en contra de la legislación electoral que prohíbe a particulares la contratación de espacios publicitarios en apoyo o no de cualquier partido político o candidato.
El monopolio de la contratación quedó firme a favor del Instituto Federal Electoral (IFE) que será la única instancia que podrá contratar publicidad política.
El fallo, que hizo recordar aquel que tomó sobre el famoso “anatosismo’’ –el cobro de intereses sobre intereses-, no deja de sentirse como una decisión en contra de los mexicanos porque termina derogando un derecho que es el de la libre expresión y manifestación de las ideas.
Habrá quien diga que el fallo fue legal y si, pero también el que condenó a millones de mexicanos al pago de intereses sobre intereses fue legal.
¿Y ahora como fallará la Corte en otro tema fundamental para todos los mexicanos que es el asunto de la interconexión?
¡Ah que ocurrente nos salió el gobernador de Chihuahua, César Duarte! Si, el mismo que en su toma de protesta dijo que “el Poder es para poder, no para no poder’’.
Sucede que como no puede y no sabe qué hacer con los miles de “ni-nis’’ chihuahuenses –jóvenes que no estudian ni trabajan-, decidió que el Ejército los podría emplear por tres años con el pretexto del servicio militar obligatorio.
Lo que no está claro es qué sucederá después de esos tres años, si es que el Ejército acepta la ocurrencia, porque una cosa es marchar los sábados de las 7 de la mañana a las dos de la tarde y otra tenerlos acuartelados ¡tres años! con sueldo y prestaciones.
¿Y su cuando salgan el Ejército no tiene recursos para emplearlo?
Seguros serán materia prima para cualquier cártel.
Por eso desde el Alto Mando ya le dijeron a Duarte que si no puede, ¡no reparta!