Oficialmente, el actual rector de la UNAM, José Narro Robles, dejará el cargo en diciembre próximo pero desde ya tiene asegurado el siguiente empleo.
Sucede que a Narro le ha sido ofrecida la Secretaría de Educación Pública en sustitución de Emilio Chuayffet Chemor, oferta que desde luego aceptó.
Narro incluso puede ir a la Secretaría de Desarrollo Social, si esta dependencia, en manos de Rosario Robles, no le es atractiva a Aurelio Nuño, el responsable de la oficina del Presidente, a quien también se candidatea para dirigir al priismo nacional.
Narro ha sido un aliado de Peña desde la rectoría de la UNAM.
Como articulista del Sol de México, a mitad de la década pasada, el actual rector criticó severamente al entonces precandidato del PAN a la presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Fue Narro quien reveló que Calderón hizo dos intentos por ingresar a la Facultad de Derecho de la casa de estudios sin conseguirlo, por lo que el michoacano finalmente se inscribió en la Escuela Libre de Derecho, de la cual es egresado.
Narro cumplirá en diciembre su segundo periodo de cuatro años al frente de la UNAM; ya no puede reelegirse pero ello no significa que su carrera política llegue a su fin.
A diferencia de José Ramón de la Fuente que primero fue secretario de Estado con Zedillo –secretario de Salud- y luego rector, Narro brincará de la rectoría al gabinete.
Todavía tiene el pendiente de sacar sin contratiempos la elección de su sucesor, evento que generalmente predispone a la UNAM a cualquier clase de “movimientos” y grillas.
Pero como desde ahora se ve quién recibió la bendición de Los Pinos, lo que tiene que hacer Narro para asegurar una transición ordenada es jugar a la democracia interna.
Como generalmente suele ocurrir.
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La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) dejó sin cambios las tasas de interés lo que le dio una bocanada de oxígeno al peso mexicano.
Si las tasas de interés en el país vecino aumentaban, la presión sobre el peso habrá provocado sin duda una corrida de capitales impactando negativamente al tipo de cambio.
No hubo tal aumento, pero ello no significa que no ocurrirá antes de que concluya el año.
¿El gobierno mexicano tiene previsto ese escenario?
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Y resulta que, conforme van saliendo a la luz documentos y prácticas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, ésta era la principal empleadora en el estado.
Ninguna empresa ni siquiera el gobierno estatal tenían una nómina y repartían tantas plazas como la disidencia magisterial.
¿Y así esperan que haya un movimiento social de respaldo a sus “demandas”?
Ufffff….